Capítulo 3

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Satoru se consideraba un padre genial. Después de todo tenia el paquete completo, era alto, de cuerpo escultural y extremadamente guapo, lo sabía con toda la certeza. Por eso siempre que tenía la oportunidad se presumía con sus hijos.

En todos lados, ya sea su hogar, en el supermercado, cuando salían de paseo e incluso en la casa de sus padres mostraba con orgullo el atractivo y sexy papá que era.

Creía verse mil veces mejor que Brad Pitt con todos esos escuincles cuando los paparazzi los fotografiaban. Las revistas de chismentos los tenian desperdiciados.

Y sus hijos lo apoyaban con toda la admiración del mundo, diciendo cosas como: "Papá Satoru es muy guapo" "Papá Satoru es genial" "Papá Satoru te quiero" "Papá Satoru" y así, su pecho se llenaba de orgullo y era el ser mas feliz del mundo.

O eso creía.

Sus niños fueron adorables hasta la edad de los 12 más o menos. Tal vez a los 10 pero Gojo era muy tonto para notar las indirectas de sus hijos. Entrando en la edad rebelde o más bien de sentirse avergonzados por la actitud de su padre, los gemelos más que nada empezaron a pedirle ciertos límites.

Un día, por ejemplo, en las muestras anuales en las que los padres podían asistir a la clase para ver el desarrollo académico de sus hijos, Satoru apareció vistiendo un llamativo traje negro más esas gafas características. De por sí Gojo era muy deslumbrante vistiendo "normal" y ahora aparecía como si fuera alguna especie de agente secreto a lo James Bond.

El cuchicheo entre las madres no se hizo esperar y tampoco el de sus compañeros.

Por primera vez los gemelos sentían vergüenza y cuando la clase termino y marcharon con su padre en el camino le pidieron:

—No vengas más a la muestra, es vergonzoso. —Dijeron al mismo tiempo, siendo Sukuna el más tajante.

El corazón de papá Satoru sintió una especie de puñalada y luego una sensación de confusión porque ellos sentían vergüenza de que el se pusiera un traje pero no la tenían cuando Suguru los acompañaba con esos estrafalantes yukatas tradicionales. ¿Y el sentido en eso?

Cuando pregunto por aquello sus hijos les respondieron con un simple:

—A mamá le quedan elegantes. —Habían dicho, ¿Osea que él se veía ridículo de traje?

Al año siguiente lo intento nuevamente imitando a su esposo pero no pudo ni poner un pie fuera porque los gemelos lo empujaron de vuelta para su casa.

Otra puñalada fue clavada en su corazón.

Entonces pensó que llegada la adolescencia sus hijos dejarían de sentirse apenados y comenzarían las actividades con papá nuevamente, ya saben cosas como el atletismo, despues de todo el era un genio en cualquier categoría y el dúo eran unos aces en los deportes. Pensó que tal vez los chicos se unirían a clubes y entonces podría ir a apoyarlos a los partidos.

Pero Yuuji se había metido al club de ocultismo y Sukuna optó por el de arte porque, al igual que Choso, era bueno dibujando. Y a menos que el club de Yuuji haga maratones con los fantasmas y que el club de arte usará jabalinas lanzadas a lienzos, no podría participar de absolutamente nada.

Mas luego intento que los chicos compartieran con él en su hogar, pero Yuuji empezo a pasar más tiempo en la casa de sus abuelos y Sukuna a irse a quien sabe dónde en las tardes.

Después se enteró que Yuuji se iba a ver a Nanami a escondidas y que Sukuna se la pasaba en la casa del engendro de Toji.

—No te molestes, Satoru. —Dice Suguru, sacándolo de sus pensamientos.—, Ser un padre celoso ya paso de moda.

—Voy a celar a mis hijos todo lo que yo quiera. —Farfulla como niño pequeño, cruzando los brazos.

Suguru lejos de seguirle el juego prefiere hacerse espacio entre los brazos de su esposo y se sienta en su regazo. Con cariño toma el rostro de Satoru y lo mira fijamente hasta que suspira con resignación.

—Eso es trampa, Suguru.

Geto rie divertido cuando Gojo toma su cintura y aprieta el agarre.

—Estan creciendo. —Recuerda y Gojo asiente con pesar.—, Y estoy casi seguro de que no es capricho. Creo que Yuuji y Sukuna están sientiendo lo mismo que tuvimos nosotros cuando nos conocimos. Sé que no quieres soltarles las manos, yo tampoco quiero, pero no podemos interponernos en sus destinos.

—Se que no. —Dice.—, Es solo que todavía siento que siguen siendo esos niños pequeños.

—Pues esos niños han estado haciendo muchas cosas de adultos.

Ambos rien. Eso les recordaba a ellos mismos, que con tan solo 15 años ya estaban unidos.

—La única que me cae bien es la que dijo Choso y ni la conozco. —Asegura, le parecía ridículo que la tal Yuki pareciera la más decente.

Si lo pensaba Choso era el único de sus hijos con quién mantenía una relación como tal y no como los otros dos rebeldes. Yuuji y Sukuna hasta cierto punto lo trataban como un amigo cosa que lo irritaba porque él era su padre, Choso por su parte si lo respetaba y era bastante tranquilo muy a diferencia de sus hermanos. Le tenía confianza y siempre hablaban con mucha fluidez.

Aunque Choso funcionaba de manera extraña a veces, si no preguntaban el no contaba nada de ser necesario como el caso de Yuki.

Lo mismo paso cuando terminó la preparatoria y le preguntaron que qué iba a hacer y respondió que tatuador. ¿En qué momento Choso había aprendido dibujar? No lo sabían, pero lo hacía excelente.

En fin, Gojo se encargaba de pagarles las clases de dicha profesión y también estaba organizando una sorpresa dandole su propio estudio en el centro, pero para eso faltaba. Por el momento seguía estudiando y perfeccionando su estilo usando de lienzo a los miembros de su familia. Suguru y él no eran fan de los tatuaje pero en forma de apoyo Geto se hizo la fecha en la que los encontraron y Gojo los kanji de los tres.

Recordando eso, toma la mano de Suguru y acaricia su muñeca ahí es donde estaban los números como una especie de código.

—El tiempo paso muy rápido.

—Asi es. —Suguru sonríe cuando Satoru besa sus nudillos.—, ¿Qué? ¿Acaso quieres más niños corriendo por la casa?

—No sería una mala idea intentarlo. —Dice coqueto. La tristeza que antes los albergaba por decir esas cosas había pasado hace mucho tiempo.

—Es más probable que vayas pensando en tus nietos. —Burla.

—No digas esas cosas, yo sigo siendo muy joven. Pateare al mocoso que me quiera decir abuelo. —Asegura. Y sin pensarlo dos veces carga a Suguru caminando hacia su habitación.

—¿A dónde vamos? —Pregunta con diversión, ya sabia lo que harían en su cuarto, claro que sí sabía, pero era gracioso.

—A mostrarte cuan joven soy.

[...]

Aclaro que Suguru y Satoru tienen 38 años, Nanami 25, Choso 19 y Yuuji y Sukuna 17 años.

Y si, los gemelos, Nanami y Megumi son destinados. Choso y Yuki también pero son muy despistados como para darse cuenta, tengo que desarrollar esa relación pero no soy muy buena escribiendo sobre heteros (?

¿Somos multitud? |JUJUTSU KAISEN| Gojo Satoru x Geto Suguru [Wang_Puppy7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora