Prólogo [BETA]

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Esto no tiene nada que ver con la historia que se dará. Son ideas de una versión antigua y descontinuada que se abandonó por falta de inspiración❞




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Los pasos que provocan ruido al chocar con la madera del sueño, la respiración controlada a pesar de haber terminado los entrenamientos y el aire que ambos hermanos soltaban para respirar, si es posible, más oxigeno para sus pulmones...

Sin pasar entraron a la habitación de otra de sus hermanos. Sin tocar como si dueños del espacio fueran.
La castaña se sobresaltó por tal intromisión, se levantó de su pequeño sillón y se acercó a sus hermanos.

"¿Ya acabaron los entrenamientos? Han venido temprano" -. Preguntó acariciando el cabello de su hermano, más alto que ella por lo que le miraba con la cabeza ligeramente inclinada hacia arriba.

"Nosotros no somos de escaparnos de la rutina diaria"-Su hermano, exactamente el quinto, respondió por ambos. Los dos miraron al chico que guardaba silencio en la habitación, esperando que respondiera con al menos un movimiento simple de cabeza.

Él asintió con total pereza, el cansancio sobre sus párpados.

"¿Los demás?"-. Preguntó Vanya cambiando de tema. Número Cinco le miró rápidamente respondiendo al segundo. La vaga mirada de Ocho se mantenía analizando la habitación en la que se encontraba, por tantas razones nunca se dió el tiempo de mirar cuidadosamente el lugar en donde pasa su segunda hermana la mayor parte de su tiempo, literalmente todo el día. Como si esas cuatro paredes fueran su cueva.

Las paredes con un tapizado viejo pero llamativo por las figuras abstractas llamaban la atención de la muchacha. Número Cinco le miraba por el rabillo del ojo, curioso ante la actitud perdida de quien solía estarlo mentalmente...

"Oh, cierto. He aprendido una nueva canción"

"Quisiera..."- Ocho suspiró, acomodando mentalmente las palabras para que sean coherentes, sus labios entreabiertos mientras sus ojos se encontraban fijos en el par de distinta estatura. Sus hermanos le miraban con toda la atención, fijos en el que parecía miraban a alguien que nunca habían visto a pesar de pasar allí a todas horas, —"La nueva música... Quisiera oírla... Luego dle del descanso" Las palabras que se enredaban en su garganta no lograron salir, al menos una si pudo, pero la oración, su pensamiento fue dicho de la mejor manera por su propia persona.

"¡Claro!"- La castaña de baja estatura sonrió ampliamente después de oírle. Era agradable notar los avances, más si esas pequeñas, casi murmuradas, palabras se dirigían a su persona.

Número Cinco sonrió internamente, extrañamente orgulloso por lo que dijo el otro adolescente del cuarto.
Se acercó a él y se acercó a su oído murmurando palabras que solo el mismo chico podría oír. Dió un par de golpecitos sobre el hombro en el que se había sujetado para inclinarse, un suave asentimiento y una pequeña línea curva que formaban los labios de ese chico.

"Vanya, cuídalo"- Ordenó con voz suave, no parecía una orden como tal, solo quería procurar el cuidado de ese joven.

Quien más confiable que Vanya, al menos para Cinco ella era mejor que su otra hermana, quién usa el rumor para varias cosas fuera de las misiones.
Lo admitía, la curiosidad le carcomía cuando el poder de su tercer hermana inundaba su mente, tenía curiosidad.

Cuando una persona cae en el rumor...

¿El posible hacer que desobedezca cuando la orden ya se dió?

No lo sabía y no tenía ganas de saberlo.

Pronto abandonó la habitación, dejando a ambos hermanos en un silencio incómodo.
‹‹¿Qué debo decir?›› La mente de Vanya se hacia Miles de preguntas. La incomodidad del ambiente era notoria, y el que Número Cinco haya dejado la puerta cerrada no ayudó.

" ..."- Número Ocho no era de palabras, solo esperaba paciente y sin darse cuenta del ambiente tenso su cuerpo solo se mantenía quieto en su lugar. Sus ojos miraban todo con curiosidad, desde el tapizado de las paredes hasta los pequeños pósters que las adornaban, no eran muchos, pero le daban un toque personal a la habitación.

A comparación de la suya... Que luce igual a cuando la obtuvo, como todos los demás jóvenes que forman parte de su familia, a la edad de seis años.
El tapizado de sus paredes son antiguos, con patrones simples y un color celeste apagado. La cama de Vanya, específicamente al lado, la mesita de noche contenía sobre ella una lámpara, varios cajones de dónde sobresalían unas que otras prendas de ella.

Debía admitirlo, amaba las habitaciones de todos, porque mandan una sensación cálida a pesar de ser simples, aunque de Número Tres no podía decir lo mismo...

La morena cargaba su habitación lleno de trajes hechos por la misma, ayudada por Grace, la madre de todos.
Las paredes con la portada de varias revistas de pasarela, modelaje y actores de viejas películas de las que apenas descubrió y amó.

Caminó vagamente hasta la cama de la contraria, tomó asiento en esta mientras sus ojos se fijaban en la castaña.

Será una tarde larga, Reginald ya había dado el permiso para que descansen de su rutina diaria.


















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✧↘Te Amo, Ocho Hargreeves. ↙✧ 𝐓𝐇𝐄 𝐔𝐌𝐁𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora