vicente taborda

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- gordi, ¿queres que pida algo de comer?.

- dios, si, estaba esperando que me preguntaras. -escuché la risa del jugador de boca y se acercó para darme un beso.

- sos una pajera.

- y bueno, pupu, tengo cero ganas de cocinar.

- nunca tenes ganas de cocinar.

- bueno nenita calmate y anda a pedir que tengo hambre. -le provoqué la risa más fuerte y no pude evitar sonreír. - ¿tan hermoso ibas a ser hijo de puta?.

- te amo, me voy a buscar la comida mejor, ya vengo, vos prepará todo.

- dale, pero comemos en la cama mejor, estoy muy cansada.

- dale, amor.

lo escuché cerrar la puerta de mi departamento y me levanté bostezando de la cama. el día me había pasado factura, a pesar de ser fin de semana largo mi celular no había dejado de sonar, entre la facultad, mi trabajo y mi emprendimiento me estaba volviendo loca realmente.

perdida en mis pensamientos me puse a acomodar todo para ver la gala de gh en mi habitación, mi departamento no era el más cómodo del mundo pero era lo que podía costearme. y aunque vicente me había dado a entender miles de veces que me podía mudar con él, no me sentía 100% lista debido a que nunca hubo una propuesta formal de su parte. no quería quedar como una agarrada, sobre todo porque a su familia muy bien no les caigo.

con tantos problemas que tengo en mi vida, lo único que me faltaba era que me digan que soy una acomodada y mantenida.




con tantos problemas que tengo en mi vida, lo único que me faltaba era que me digan que soy una acomodada y mantenida

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- que mal me cae joel.

- ¡sí amor, sí! ¡yo sabía que te ibas a hacer team furia!.

- no, amor, no te confundas. siempre voy a estar del lado de los bros.

-furia, chino. -dije agarrandome las manos haciendo referencia al emoji (🤝), largó una carcajada.

- puedo decir que ahora la tolero. -se acostó en mi pecho y yo pasé mis brazos por sus hombros para hacerle mimos, al instante lo sentí con su cuerpo relajado y soltando un suspiro.

- gorda, me imagino estando así todos los días de mi vida. -mi corazón se empezó a acelerar y sonreí.

- ¿qué querés decir con eso?.

- eso mismo, gorda. que quiero vivir con vos. despertarme y tenerte al lado, terminar de entrenar y pasarte a buscar por la facu, ayudarte con tu emprendimiento, cagarnos de risa... pegarnos tremendas panzadas de comida como esta -soltamos una carcajada, la verdad siempre nos pasamos de comida- estar así, juntos.

One Shoots FutbolistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora