12 DE ABRIL DEL 2013
Observa con recelo la entrada, su estómago revoloteando y su constante naturaleza le dice salir e ir en busca de aquello.
Mira el reloj en su muñeca, pasando de las ocho.
Diez minutos de retraso y TaeHyung ya quiere llorar.
Justo cuando deja caer sus brazos con desgano su pecho se presiona y siente que se ahoga por modular palabra cuando su olfato persive ese aroma cálido y agradable qué lo hace brillar de euforia. Camina rápido y el otro chico se despabila, ve al alfa con una pequeña flor en la mano y una sonrisa maravillosa.
El omega se sonroja un poquito.
-¡Jungkook! Pensé que no llegarías. -TaeHyung dice mordiendo un poco el labio cuando ve al omega mirar con intensidad el capullo que extrañamente se ve minúsculo en su mano.
El alfa sonríe y totalmente orgulloso e hinchando su pecho un poco estira la flor al omega.
-Es tuya, la corté pensando en ti.
JungKook asiente tímido, sin saber que realmente se hace en estos casos. Aunque varias veces le han regalado cosas con intensiones de cortejo, la diferencia es quien le está dando obsequios. Porque Jungkook no es ciego, sabe perfectamente que el alfa que ahora mismo lo corteja es Kim TaeHyung, un chico de otra carrera que desde hace varios meses le lleva siguiendo el paso, a pesar de que se ven muy poco TaeHyung a hecho lo posible para que sus buenas intenciones se noten. Jungkook lo hace, el alfa es atento, le lleva comida cada que sus recesos coinciden, porque sabe de sobra que jungkook ama la comida y que mejor que eso para ganarselo, le da regalos y es sumamente caballeroso con él, entre otras muchas cosas.
-Tae, eres muy lindo.
El alfa suspira y sonrie. A estas alturas no sabe que decir o hacer. El omega lo nota y reprime una sonrisa.
- muchas gracias taehyung- el omega se acerca y deposita un beso en la acalorada mejilla del chico que solo boquea y observa a jungkook caminar y desaparecer por el pasillo.
Su alfa revolotea y chilla de emoción. Taehyung no es ajeno a eso. Toma las correas de su mochila y casi saltando de emoción se dirige a su clase.
Sin duda alguna su día no pudo comenzar mejor.
A medio día, jungkook se dirigía a la cafetería por unas donas glaceadas. Claro, terminó cambiando de opción cuando ya no alcanzó ni una sola. Refunfuñando se dirigió a una de las mesas en espera de sus amigos. Cuando llegó no pasaron ni tres minutos cuando ya tenía a taehyung a su lado con una resplandeciente sonrisa en el rostro.
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𝐋𝐀𝐆𝐑𝐈𝐌𝐀𝐒 𝐐𝐔𝐄 𝐍𝐎 𝐃𝐈𝐉𝐄 ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ
Short StoryTras cinco años en un matrimonio que para él era de lo más perfecto, llega en un momento en el que sus oscuros secretos lo hunden en una avalancha de pensamientos que lo atormentan día y noche con solo mirar los ojos de su amado. Las lágrimas que de...