La oferta

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Saitama, con su calva reluciente, se encontraba tranquilamente en su modesto apartamento. Aburrido, hojeaba un periódico que había recogido en la calle. Sus ojos se detuvieron en un anuncio peculiar: "Se busca héroe para trabajo de alto riesgo. Enorme paga garantizada. Fundación SCP".

Con un ceño fruncido, Saitama se preguntó qué tipo de trabajo podría ofrecer tal compensación. "Alto riesgo, ¿eh?" murmuró para sí mismo mientras se rascaba la cabeza. Aunque la curiosidad lo picaba, la apatía que lo caracterizaba lo hizo dudar.

"¿Debería probar? Total, podría ser algo emocionante", pensó mientras se levantaba de su sillón y se ponía su característico traje de héroe. Sin mucho entusiasmo pero con una pequeña chispa de anticipación en sus ojos, Saitama pensó en dirigirse hacia la dirección indicada en el anuncio de la Fundación SCP, preparándose para lo que podría ser su próxima gran aventura.

Saitama, con su mirada indiferente, se detuvo en el anuncio que prometía una paga astronómica. Un brillo fugaz cruzó sus ojos, y una pequeña sonrisa se formó en su rostro calvo. "Bueno, parece que esta vez podría ganar lo suficiente para comprar algo más que comida", murmuró para sí mismo.

"No suena tan mal. Después de todo, ¿cuándo fue la última vez que tuve un desafío real?", reflexionó, sintiendo la emoción de la posibilidad de un enfrentamiento peligroso. Sin pensarlo mucho más, Saitama se puso de pie, se comenzó a quitar  su capa amarilla y se encaminó hacia la dirección indicada en el anuncio. La perspectiva de una paga abundante y la oportunidad de probar sus habilidades contra un enemigo formidable eran más que suficientes para despertar el interés del aburrido héroe calvo.

Saitama, con su característica indiferencia, arrancó el anuncio del periódico con una eficiencia que solo un héroe tan fuerte podría tener. Doblando el papel con desgano, lo arrojó descuidadamente en la basura mientras se ponía su sudadera de oppai.

"Supongo que es hora de un poco de acción", murmuró consigo mismo mientras se dirigía hacia la dirección indicada en el anuncio. Ni siquiera notó el destello fugaz que emanaba del periódico que había descartado. Sin embargo, algo extraño estaba sucediendo en la basura.El periódico desechado resplandeció por un breve instante antes de desvanecerse en el aire, como si nunca hubiera estado allí. En algún lugar entre los pliegues de la realidad, la parte del periódico que no tenía el anuncio de la Fundación  se desvaneció fuera de la vista de Saitama, como si alguien más estuviera tejiendo hilos invisibles en el tejido del destino.

Ajeno a esta extraña alteración, Saitama continuó su camino, su sudadera de oppai ondeando al viento mientras se dirigía hacia lo desconocido con una mezcla de indiferencia y anticipación.Saitama, con el recorte del anuncio firmemente sostenido en su mano, se embarcó en la peculiar odisea descrita en las instrucciones. Mientras seguía las indicaciones detalladas, se dio cuenta de que la tarea no era tan sencilla como esperaba. Era como si las instrucciones se multiplicaran en complejidad cada vez que posaba la mirada en el recorte.La primera parte era simple: dirigirse a una ciudad específica. No era gran cosa para alguien con la velocidad de Saitama. Sin embargo, al llegar allí, las instrucciones se volvieron más detalladas. Debía encontrar una calle particular, cruzarla exactamente a una hora específica y, lo más curioso de todo, abrir y cerrar la misma puerta de una casa abandonada un número preciso de veces.

Saitama, a pesar de su apatía habitual, se encontró cada vez más intrigado por el absurdo de las indicaciones. "¿De verdad es necesario todo?" se preguntó, pero decidió seguir las instrucciones al pie de la letra, sin cuestionar demasiado.

Con cada paso, la ciudad se volvía más laberíntica, como si el espacio mismo estuviera retorcido por las indicaciones del recorte. Saitama, con su sudadera de oppai ondeando detrás de él, atravesó la calle indicada y se detuvo frente a la casa abandonada. Siguiendo las instrucciones, abrió y cerró la puerta un número exacto de veces.

SCP: One Punch ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora