Reconocimiento

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Después de la impresionante hazaña de Saitama al contener a SCP-682, la Fundación SCP consideró que sus habilidades eran invaluables y le ofreció un ascenso significativo. Se le presentaron opciones como liderar su propia tropa o asumir un papel de entrenador para preparar a otros en la contención de anomalías. La idea era que, en cualquiera de estos roles, Saitama podría aportar su experiencia de manera más estratégica sin tener que enfrentarse directamente a las amenazas anómalas.


Sin embargo, para sorpresa de muchos, Saitama declinó cortésmente estas ofertas. Explicó que prefería permanecer en la línea del frente, vigilando de cerca a los SCP como cualquier otro soldado. A pesar de la oportunidad de asumir roles más elevados y reducir su carga de trabajo, el héroe calvo insistió en mantenerse en la acción directa.


En su mente, Saitama tenía sus propias razones. Aunque SCP-682 no había sido un desafío para él, el hecho de que la criatura resistiera más de quince de sus golpes lo impresionó. Reconoció que, a pesar de su aparente invulnerabilidad, SCP-682 era un oponente formidable en términos de resistencia. Esta experiencia lo llevó a pensar que era crucial estar cerca de las anomalías para comprender mejor sus capacidades y estar preparado en caso de que surgiera una amenaza aún mayor.


"Es mejor estar cerca", comentó Saitama en una reunión con los administradores. "Nunca se sabe cuándo podría escapar uno verdaderamente fuerte. SCP-682 (Saitama se felicito a si mismo por recordar el número) no fue un gran desafío, pero al menos demostró ser resistente. Quiero estar ahí, listo para enfrentarme a lo que sea necesario."


La frente del asistente que informo a Saitama sobre su posible ascenso se tenso cuando el hombre calvo dijo que el lagarto inmortal con un recuento de miles de cabezas a su nombre no fue la gran cosa.

La determinación de Saitama de permanecer como un soldado de primera línea fue respetada por la Fundación SCP, a pesar de la sorpresa inicial. Los administradores reconocieron que, aunque podían aprovechar sus habilidades de manera más estratégica, el calvo tenía una perspectiva única y valiosa al mantenerse directamente involucrado en la contención de anomalías.


Así, Saitama continuó patrullando los pasillos de la Fundación SCP, listo para enfrentarse a cualquier amenaza que pudiera surgir. Aunque su actitud a menudo parecía indiferente, su dedicación a la protección contra lo anómalo y su disposición a enfrentarse a desafíos directos demostraron ser un activo invaluable para la Fundación. En el mundo siempre incierto y peligroso de SCP, Saitama se mantenía como una fuerza singular, preparado para lo que el destino pudiera depararle.


O eso es lo que pensaban los demás, después de todo Saitama solo se unió esperado intercambiar golpes con algo realmente fuerte.

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El Dr. Jack Bright, conocido por su inmortalidad y su experiencia con los objetos SCP, estaba entre los presentes que escucharon a Saitama afirmar que SCP-682 no era muy fuerte. La sorpresa se reflejó en el rostro inmortal del doctor, quien, a lo largo de su vida, rara vez se encontraba con alguien que menospreciara la amenaza que representaba SCP-682, incluso el mismo fue devorado una vez por el críptido y no fue una experiencia bonita.


Inmediatamente después de que Saitama se retirara de la sala, el Dr. Bright, con una expresión de intriga, solicitó permiso a los administradores para analizar al calvo. Su propuesta estaba impulsada por el deseo de comprender mejor las capacidades extraordinarias de Saitama y si había algún vínculo con lo anómalo, algo que podría tener implicaciones significativas para la Fundación SCP.

SCP: One Punch ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora