Taken for Rubies (Hannigram)

Capitulo 1

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

(Proverbios 31:10)

*

Delgadas ramas golpeaban contra las altas ventanas de la oficina de Hannibal, invisibles en la oscuridad del exterior. Will miró más allá de Hannibal, hacia el cristal vacío.

—Hablamos antes, brevemente, sobre tu familia—dijo Hannibal.

—Así es.

—Te mostraste reticente en discutir tu vida temprana.

—Mantengo esa postura.

—Viviste con tu padre.

—Hasta los dieciséis.

—Se mudaban a menudo.

—Si es que puede llamarse "mudanza" cuando vives en un motel de paso y todas tus cosas caben en una maleta y una caja de cartón.

—¿Deseabas que las cosas fueran diferentes?

Will se encogió de hombros.

—Así eran las cosas. No pensaba mucho en eso.

—¿Y cuando sí lo pensabas?

La punta de una ramita raspó un camino en el cristal. Will escuchó el sonido agudo y espeluznante que producía. Recordó algunas noches similares, esperando a que su padre regresara a casa, escuchando movimientos en la oscura noche.

—Miraba mucha televisión—dijo—. A veces deseaba que fuese así. La Madre en la casa, el Padre con un trabajo estable, una bonita casa, todos sentados en la mesa del comedor todas las noches. Pero creo que sabía que era una tontería, incluso en ese entonces.

—¿Lo es?

—No hay nadie que tenga esa vida—dijo Will, él pudo escuchar la amargura en su voz y lo mucho que estaba revelando. Decidió no darle importancia. Hannibal había escuchado cosas mucho peores viniendo de él—. El Padre golpea a la Madre, o la Madre golpea a los niños. Alguien adquiere una adicción a la cocaína. No pueden pagar la hipoteca. Familia feliz por fuera, una desesperación silenciosa por dentro.

—Las situaciones idealizadas que has visto en televisión cuando eras un niño se han arraigado en el inconsciente colectivo de esta nación. El resentimiento al ver que no se materializan a veces es más dañino que cualquier obstáculo encontrado en una relación.

—Porque solo es una fantasía. No es real.

—¿Y si lo fuera? ¿Es algo que querrías? Tu esposa esperándote en la puerta con una bebida al volver del trabajo, con la cena cocinándose.

Will sonrió levemente.

—Creo que veíamos series diferentes. No crecí con Leave it to Beaver o de donde sea que saques eso.

—Te sorprendería saber la cantidad de hombres que se sentaron en ese mismo lugar y me describieron eso como su ideal.

—Bueno, no es mi caso.

—Tal vez entonces sea al revés.

Will había mantenido su mirada en las oscuras ventanas, pero ahora regresó sus ojos a Hannibal con el ceño fruncido.

—¿Qué?

—Tal vez encuentras más fácil verte a ti mismo en el rol de cuidador. Cuidando la calidez del hogar, esperando al regreso de batalla de tu pareja.