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La libertad viene de la llamada
Pero eso no es lo que esta perra quiere
No es lo que quiero en absoluto
Quiero dinero, poder y gloria
Quiero dinero y todo tu poder, toda tu gloria

Lilian

Es jodidamente hermosa la vista, sin duda una de las mejores ciudades del pais.

"Pasajeros sean bienvenidos a la gran ciudad, Boston'.

Sonreí al ver como el avión aterrizaba sano y salvo, algo que me pareció extraño fue escuchar las palmas de las personas golpearse entre si en forma de aplauso.

Mi vista se poso en mi acompañante, se miraba tan lindo que no puede evitar tomarle una foto.

Mire a mis alrededores y observé como los pasajeros bajaban de este, volví a mirar a Bill y comenzé a moverlo

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Mire a mis alrededores y observé como los pasajeros bajaban de este, volví a mirar a Bill y comenzé a moverlo.

—Bill, vamos levantate—Lo agite varías veces, hasta que sus ojos se abrieron lentamente

—¿Llegamos?—Pregunto dormilón

Asentí y me levanté, tomé mi mochila y espere a que el se levantará, después de mil años el se acomodo y comenzamos a salir.

Al bajar por las pequeñas escaleras nos encaminamos hacia el auto que había rentado Bill, los dos dejamos las maletas sobre la cajuelas y nos montabamos, Bill encendió el motor y comenzó a conducir.

—¿A dónde vamos exactamente?—Lo mire, admirando su perfil tan perfecto

—Tom y yo tenemos una casa por aquí, así que viviremos allí—Me sonrió unos segundos para después mirar al frente de nuevo

Solo asenti y mire al frente, sin duda fue la mejor elección.

[...]

Una semana en esta bella cuidad y todo iba de maravilla, pero entonces Bill recibió una llamada.

—¿Si?—Una voz gruesa se escuchó a través del teléfono

Pero el nombre que escuche me dejó paralizada, Tom, estoy tan furiosa conmigo por haberlo dejado en su peor momento.

La voz de Bill captó mi atención.

—Lilian—Me miro nervioso

Me acerque a el y lo mire atentamente.

—¿Si?—Me senté a su lado y el tomo mi mano

—Y-Yo tendré que irme por unas semanas—Bajo el rostro

𝗠𝘆 𝗟𝗶𝘁𝘁𝗹𝗲 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁; 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora