El, un chico con mujeres y hombres atrás de el, feliz, apasionado, dramático, tranquilo, divertido, pero por sobre todo un coqueto, no tiene vergüenza de nada, a sus ojos podrías ser la criatura más bella, pero para su alter ego podrías ser el ser m...
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YA HABÍA pasado una semana desde que nuestros protagonistas se hicieron amigos, y una semana en la que matt intentaba enseñarle a bailar a Damian, no era difícil, al contrario, el ojiverde aprendía rápido, eso debía de reconocerlo, pero algo debía de admitir, no tenía paciencia, bueno, si la tenía pero lastimosamente se acababa por un mínimo error, al parecer Damian tenía un complejo perfeccionista, si algo no salía a su perfecta satisfacción se ponía de los nervios, no lo culpaba, en cierto momento el también fue así con sus traumas, pero con un poco de ayuda emocional logro avanzar. Pero ciertamente era molesto, era molesto que cada vez que el canela se equivocaba paraba la seción de baile durante dos horas — si no lo animaban —, que maldijera a cada rato a la nada solo por un pequeño y diminuto error, tal vez por eso la mayoría no se le acercaba, pero el no era la mayoría, el era el, y el quiere no solo ser amigo Damian, quiere enamorarlo, y enseñarle lo que es estar feliz y lo que se siente la libertad, ya que a sus ojos Damian por mucho que lo tenga todo, no es feliz, su casa no era un hogar, era una prisión de oro, pero sigue siendo una prisión.
Es por eso que hoy, tenía un plan infalible, lo llevaría a su guarida secreta.
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Un lugar al que nunca a nadie ha llevado antes, ni a su familia Ya llevaban una hora y media caminando, y se estaban alejando de las partes concurridas de la Gotham, el moreno no sabía a dónde iban y se dedicaba a seguirlo en silencio, pero no incómodo si no cómodo. En la semana había conocido mejor a mattiuh, el no era mala persona, podría decirse que era inocente, pero manteniendo su toque pervertido y coqueto, el tenía una alma tranquila, y a su vez desprendía cierta tristeza, no quería corromperlo, era demasiado bueno para juntarse con alguien como el. cada vez que esté le hablaba se le quitaban esos pensamientos, el era atento con el canela, cada mañana le enviaba un mensaje diciendo buenos días, siempre que salían juntos este le compraba algo de comer, aún que una vez lo obligó a comer carne, pero era preparada por el pelirrojo así que no se podía negar, — lamentablemente le dolía admitir que estaba exquisito — siempre le daba las buenas noches por lo menos tres veces cada noche, era cariñoso y amable, más que su padre u hermanos. Eso era una de las cosas que le gustaba de su reciente amigo, incluso. Era mucho más atento que.....Jon.
