━━ «𝘈 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘦𝘴 𝘵𝘳𝘪𝘴𝘵𝘦 𝘴𝘢𝘣𝘦𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘢𝘷í𝘢 𝘵𝘦 𝘢𝘮𝘰» ★°•
- Hobie L. Brown.
━━ Está historia puede contener en algunos capítulos temas sensibles, como la depresión, ansiedad, duelo, que pueden ser temas sensibles para algu...
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ROBERT'S CAFE
El olor a café inunda mi nariz y también el ambiente en donde trabajo. Mi mirada solo vaga por el mesón de la cafetería y por las pocas personas que vagan por el lugar con sus ropas aburridas, miradas cansadas o tristes listos para tomar su desayuno.
Tampoco digo que yo esté en un cien o que me encuentre mejor, porque eso sería mentira. Mi uniforme es igual de horrible que el café...un feo azul verdoso, desgastado y sin color que con solo verlo hacen que mis ojos duelan y ni hablar de la cafetería..
Todo está en un silencio a excepción de la radio que yo puse a mis espaldas, es lo único que se puede escuchar y obviamente el bullicio de fuera en las concurridas calles de New York. La radio solo da noticias y cosas sin importancia, cosas políticas, que en las elecciones gano el "señor Osborn" ahora el presidente Osborn, las manifestaciones y lo violentas que eran en las que a veces oficiales de policías salían heridos, mayormente porque un individuo al que llaman "Spider-punk" hace aparecion en esas manifestaciones con las demás personas..
En mi infancia pensaría que yo jamás terminaría allí, sirviendo café en un uniforme verdoso con gente infeliz y cansada junto a mí, con un jefe estricto con una horrible cafetería al igual que mi uniforme...sin color. Levantó mi vista al escuchar aún más estruendo en la calle fuera de la cafetería haciendo que le baje a la radio y deje de servir el café en su respectiva taza.
Pude ver a un grupo de manifestantes, haciendo estruendo y con sus carteles que ya sabría de que podrían ser. Hubo una pequeña tensión en el ambiente...al parecer el café iba a cerrar temprano ese día.
• • •
Así eran extrañamente la mayoría de mis días, hago mi trabajo en el café...limpió el lugar, las mesas, atiendo a los clientes y hago el café todo eso mientras el señor Robert busca un nuevo compañero de trabajo, se suponía que éramos dos hasta que Dave, renunció por una disputa que tuvo con el señor Robert no lo culparía incluso a mi me saca de quicio..
Termino de limpiar la barra, tratando de quitar las manchas de café que quedaron marcadas allí...veo al señor Robert salir de su oficina, pasos apurados y desesperado con ese perfume que hace que mi nariz pique.
Incluso ya se ve de mal humor, adivinaría si me da el turno de tarde del supuesto compañero que debía tener.
—Rosselyn. — masculló con esa voz grave, que por su forma de hablar se que está enojado o algo así. —Tomaras el turno de tarde, no hay nadie más que se quede además de tí. — hablo, yo estuve a punto de decir algo y poder explicarle que no podría quedarme hasta tarde pero su mirada intimidante me calló lo que de cierto modo me hizo sentir insignificante frente a el.
