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Geraldine y Amelia eran hermanas inseparables, pero Amelia fue secuestrada por tartaros y fue llevada lejos de su hermana Geraldine.
Con el corazón en la mano y habiendo perdido a su padre, Geraldine se embarco a una nueva aventura, trabajando como costurera en el mercado de Estambul busco por cielo, mar y tierra a Amelia.
Hasta que la encontró en el peor lugar para una mujer, el majestuoso palacio de topkapi, utilizando sus ahorros pago a un eunuco por información y dio con su amada hermana.
Nazli era su nuevo nombre, servía a la esposa del gobernante y vivía bien, nunca la vio pero en los pocos años que Amelia vivió en topkapi supo que estaba viviendo una buena vida.
Eso fue hasta que el eunuco la guió por los establos hasta el cementerio de esclavas, ahí se encontraba el ataúd que contenía el cuerpo sin vida de Amelia.
—Dicen que se suicidó - dijo simplemente el eunuco, pero Geraldine no lo creyó así, su hermana era una persona buena, cuido de ella cuando su madre murió y la crío con buenos principios.
—Eso no es verdad - el eunuco la miro.
—Eso me dijeron, no se más, hubo un gran revuelo en el palacio, pero nos ordenaron callar.
—Debo entrar al palacio - el eunuco negó —Ayúdame a entrar, por favor, te lo suplico.
—Traerán criadas nuevas mañana, pero no para concubinas, irán al salón de costura y limpieza, te pondré en uno de esos, debes de ponerte ropas viejas y unirte al grupo del eunuco que las comprara.
—¿Quién es?
—Me pondré en contacto con el - Geraldine le tendió la bolsa llena de monedas, su trabajo se basaba en ahorrar para poder saber de su hermana, pero ahora debía de encontrar la causa de su muerte.
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