𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 | 𝐀𝐑𝐌𝐈𝐍 𝐀𝐑𝐋𝐄𝐑𝐓

𝐎𝐈

OI. LA DECISIÓN DEL COMANDANTE

I didn't choose this town

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OLIVIA

A veces, la vida nos odia de tal manera que a medida que vamos creciendo todo va empeorando. Bueno, yo considero que mi vida siempre fue una mierda desde que nací. Tal vez por donde nací, o en que contexto más bien.

Mi nombre es Olivia Jaeger, y ¡Oh, sorpresa! Nací en Liberio, el maldito hogar de las personas como yo, los demonios eldianos.

No saben cuanto anhelo dejar esta maldita nación e irme muy lejos.

Y ustedes se preguntaran: ¿Qué pasa con esta loca? Bueno, dejenme contarles un poco de mi historia.

Damas y caballeros, permanezcan sentados, esto será largo.

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OMNISCIENTE

Un grupo de niños se encontraban en un campo el cual fue protagonista de tantos malos momentos, frente a ellos, se encontraba aquella persona que, se suponía, los convertiría en buenas personas, mejor dicho, buenas armas.

Theo Magath veía con seriedad a aquel grupo conformado por 8 guerreros. Aquellos niños eran los que habían logrado el objetivo del programa, habían sido elegidos para heredar algún titán cambiante, pero había un problema.

Siempre hay un problema.

Eran ocho niños y sólo contaban con 6 titanes. La cosa estaba emparejada, todos y cada uno de ellos fue lo suficientemente perfecto como para estar allí.

Se lo merecían.

Theo Magath terminó de hacer sus anotaciones, debían de sacar hasta el mínimo detalle para ser cautelosos con su decisión.

Claro que no contaban con el sabotaje.

Guerreros.

Eso eran, guerreros preparándose para ser unas buenas armas y serles útiles a Marley.

No.

No eran guerreros, eran niños.

Solamente eran unos niños, cuyos nombres eran: Reiner Braun, Pieck Finger, Marcel Galliard, Porco Galliard, Berthold Hoover, Olivia Jaeger, Zeke Jaeger y Annie Leonhart.

Esos pequeños niños sufrían más de lo que un niño debería de hacerlo. Los niños debían jugar, ser amados por sus padres, ir a la escuela y disfrutar su infancia, no estar del lado del campo de la guerra.

Todos y cada uno de los pequeños niños involucrados en el ejército tenían una gran historia que contar, pero esta en específico, trata sobre la pequeña rubia de apellido Jaeger.

Los 8 niños estaban sentados distribuidos bajo un árbol, se encontraban descansando después de un día de trabajo arduo.

—Estoy tan exhausta que podría dormir por una semana seguida —La pequeña pelinegra se recargo en el costado de su mejor amiga la rubia—.

Ante el peso recargado sobre ella, Olivia se tambaleo lentamente, hasta que finalmente su cuerpo cedió y termino por recargarse en alguien más, Porco Galliard, su mejor amigo.