Cap. 4 "Primer encuentro impactante."

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La alarma sonó y pese a ser temprano Zenitsu se levantó de su cama con una sonrisa, debido a que aun seguia sentiendose orgulloso de si mismo por lograr incorporar a Nezuko al consejo estudiantil de manera honesta; el entrenamiento con el abuelo tampoco fue tan pesado esta vez, gracias a la nueva rutina que Jigoro diseño para él; y -para completar su mañana- el desayuno estuvo verdaderamente delicioso, pues hubo pastel de duraznos con crema, el cual era su postre favorito.

Sip, hoy parecia que seria un buen día.

Claro que solo creyó eso hasta que llegó a la entrada de la escuela, pues recordó que tenia que quedarse a supervisar el uniforme de los estudiantes. Esto arruino por completo sus esperanzas de que este día seria uno totalmente tranquilo y como es comun en él la ansiedad lo invadio, pues si se quedaba a realizar esta tarea habia una alta probabilidad de cruzarse con Tanjirō e Inosuke, lo cual aumentaba la posibilidad de terminar muerto.

Genya era un caso aparte, porque en la novela su relación no era tan tensa como con los otros dos, además compartian el mismo salón de clases y se encontraban amenudo por cuestiones del consejo estudiantil, o sea que Shinazugawa no era tan fácil de evitar.

—¡Aniki! —gritó deteniendose en la entrada.

El pelinegro, que iba unos pasos adelante, se detuvo y se giro a verlo.

—¿Qué? —preguntó con fastidio y cansancio, pues presentia que el rubio le iba a pedir algo que obviamente no iba a querer hacer.

—¡Podrias quedarte a controlar el uniforme por mi! —exclamó con nerviosismo.

—No. —respondió con molestia.

—¡Por favor! ¡Olvide hacer otra cosa del consejo y tengo que tenerlo listo para entregar antes del primer periodo! —lloriqueó, obvio era una mentira, pero solo para retrasar su muerte —¡Solo sera por hoy! —aseguró —¡Por favor Aniki! —suplicó —¡No seas malo!

—Ya dije que no. —repitió con desinteres, pues sabia perfectamente que el rubio estaba mintiendo, su hermano podia engañar a toda la escuela y alguna que otra vez a su abuelo, pero no a él —Y deja de finjir. —ordenó para luego cruzarse de brazos y observarlo expectante —Dime, ¿por qué no quieres quedarte a controlar el maldito uniforme?

Zenitsu soltó un suspiro derrotado, tendria que ser medianamente sincero.

—No quiero encontrarme con Kamado ni Hashibira. —respondió para luego morderse el labio inferior pensando en si deberia agregar algun motivo o con eso seria suficiente para obtener la colaboración de Kaigaku.

—¿Te hicieron algo? —preguntó el pelinegro arquiando una ceja de forma inquisitiva —¿O tú les hiciste algo y ahora te estas escondiendo? —eso era más que probable —Ya hablamos de esto. —gruñó —Deja de... —Zenitsu lo interrumpió.

—¡Yo no he hecho nada! —exclamó con sinceridad e indignación —¡Estoy dando todo de mi para mejorar esta situación tan desfaborable en la que me encuentro! ¡¿Crees que me atreveria a dar un mal paso ahora!? ¡Solo tengo este año y el próximo para asegurar mi futuro y con suerte salir de aqui! —gritó sumido en frustración.

Un silencio se instauro entre los dos, ambos se observaron por un instante hasta que finalmente Kaigaku sedio ante el evidente malestar de su hermano menor.

—Esta bien, te creo. —aseguró —Dame el porta papeles de una vez, me quedare a hacer esta jodida mierda. —dijo acercandose donde el ojimiel y tomando el objeto antes mencionado.

—¡Muchas gracias Anikiiii! —gritó el rubio saltando sobre el ojiazul y dandole un sorpresivo abrazó de koala —¡Eres el mejor! ¡Juro que te dare mi porción de postre de la cena de esta noche! —exclamó totalmente agradecido con el mayor.

¡Saquenme de esta novela! [TanZen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora