Todas las traducciones, explicaciones, anuncios y encuestas se encuentran al final del capítulo.
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Primer encuentro
___________________Jorge agarró con fuerza las correas de su caballo para hacer que trotara despacio y observó los alrededores con calma. Ningún detalle pasó desapercibido para esos ojos oscuros llenos de traviesa alegría.
Mientras cruzaba una calle ligeramente transitada, notó que varias personas se le quedaban viendo con curiosidad y él, acostumbrado a ese tipo de atención, continuó su camino con la espalda recta y la mirada al frente. No le preocupaba que se dieran cuenta de su presencia, pues comprendió que era algo interesante para esa gente la visita de un obvio desconocido al pueblo.
Se paró al lado de un hombre que cargaba varias maderas sobre su hombro para llamarlo. —Disculpe.
Lo observó con un poco de cautela. —¿Si, señor?
—¿Sabe de algún lugar donde pueda hospedarme unos días?
Él vaciló unos segundos. —... Ta' una posada cerca del centro del pueblo. ¿Sabe pa' dónde es?
—No.
—Oh, pos mire, se va ir por esta cuadra y da vuelta en la siguiente. Luego le sigue por toda esa hasta que tope con la cantina "El Cantón" y se voltea a la derecha. En unos minutillos llega.
—Gracias —dijo sonriendo y se acomodó el sombrero para que el sol no le diera en la cara.
—No hay cuidado.
Volvió a echar galope y acató las direcciones tal y como se las dijo aquel hombre. Cuando pasó al lado de la cantina, le echó un vistazo de reojo y se aseguró de recordar dónde estaba para regresar más tarde por una botella de mezcal. Transcurrieron otros quince minutos a paso tranquilo y por fin llegó al lugar.
Había un aproximado de cuarenta personas dispersas por todo el centro del pueblo. Unos estaban sentados platicando, otros caminando, algunos disfrutando de un helado, y demás. Bajó de su caballo con práctica de años y caminó derecho con su caballo siguiéndole el paso sin chistar, mientras al mismo tiempo escuchaba la bonita canción que tocaba un grupo de músicos.
Un par de chiquillos se hicieron a un lado rápidamente de solo verlo y pudo escuchar claramente como algunos exclamaban sonidos de maravilla. Jorge no supo identificar si fue por su caballo o por él mismo, pero de todos modos les dedicó una sonrisa cerrada al pasar.
Escaneó con sus ojos la zona y vio a unos metros a una mujer bien parecida, aunque con aspecto de ser muy dicharachera a juzgar por la multitud de muchachillas que estaban rodeándola para comprarle sabe qué cosas.
Jorge creyó que ella era la persona más adecuada para preguntarle sobre la ubicación exacta de la posada, ya que parecía la típica pueblerina que se sabía toditito chisme de cada rincón.
—Perdonen, voy a pasar —les avisó a las chicas que se agrupaban y de inmediato voltearon a verlo con una expresión molesta que se volvió sorprendida y luego interesada con la misma velocidad.
—¿Se le ofrece algo, señor? —preguntó una, acercándose demasiado para su gusto.
Le envío una sonrisa. —Lamentablemente con usted no, señorita.
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Te traigo en la mira | Pedro Infante y Jorge Negrete
Fiksi PenggemarJorge Negrete quería vengar la muerte de sus padres a toda costa. Pero nunca planeó encontrarse con cierta persona. Por su parte, Pedro Infante siempre apartó el romance de su vida por seguir la vocación de sacerdote. Aunque sus esfuerzos se vuelven...