30. ¿Tulipanes o rosas?

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Villamil baja sus manos hasta las mías y las acaricia con delicadeza mientras me sostiene la mirada. Me sentía perdida en sus bonitos ojos y sus leves caricias. Lo veo acercarse de nuevo y deja otro beso en mis labios y al final, se acerca a mi oído a susurrarme algo.

— Podría estar así por siempre —una sonrisa boba aparece en mi rostro.

— ¿Ahora nosotros seremos la parejita cursi? —.

Una sonrisa divertida aparece en su rostro— no podemos convertirnos en lo que juramos destruir —.

Solté una carcajada— claro que no —negué haciendo una mueca, logrando que él suelte una risita— Debo bajar, sino va a parecer extraño el porque tardo tanto —.

El asiente— baja tú y luego lo hago yo, para que sea creíble que fui al baño —.

— ¿Decidiste ir al baño en medio de mi canción? Que grosero —negué cruzándome de brazos caminando a las escaleras.

Él me jala del brazo y me envuelve en un abrazo, pegue mi cabeza a su pecho sintiéndome protegida y cerré mis ojos por unos segundos. Pero al final, nos separamos y por fin baje hacia los asientos, donde todos me estaban esperando ya.

— Tardaste mucho, pero no importa —mi mellizo me atrapa en un apretado abrazo— estoy muy orgulloso de que decidiste vencer tu miedo, Meli —.

— Gracias Pablo —.

— ¿Vamos a ignorar el hecho de que le escribió una canción a un chico? ¿Si? okey —dice Martin mientras me mira con ojos cómplices, supuse que sabía a quien iba dedicada la canción, así que solo negué sonriendo.

Los demás también me abrazan y me felicitan por mi acto de valentía y al finalizar, tome asiento a un lado de Juliana, quien me veía sonriente.

— Lo hiciste excelente, Meli —ella acaricia mi mejilla y al final pone toda su atención al frente, donde otro grupo de personas están cantando.

Villamil parece regresar "del baño" y se sienta en la fila delate nuestra, al lado de Simon y mi hermano, se gira en su lugar para verme y me sonríe.

— Felicidades, lo hiciste muy bien —.

— Gracias —solté sonriendo mientras juego con mis manos.

— ¿Tu compusiste la canción? —pregunta con una falsa duda. Asentí— es... buena —hace una mueca de satisfacción y finalmente se gira de nuevo para ver al frente.

— Mentirosos —me susurra Juliana en el oído. Solté una leve carcajada y me concentré en seguir escuchando a las demás personas que pasarán a participar.

🪕🪕🪕

Cuando el musical termina, las personas comienzan a levantarse, se reúnen con sus amigos o familiares y salen del teatro. Busque desde mi lugar a mis papás, pero los brazos de mi hermana menor rodeándome me sorprenden.

— Meli —acaricié su cabello castaño y sonreí.

— ¿Para mi no hay abrazo, Angela? —pregunta Pablo viéndola mientras se cruza de brazos luciendo decepcionado. Mi hermana echa una risita y corre hacia donde está el, envolviendo sus bracitos en el torso de Juan Pablo.

Mamá, papá y Susana se acercan a donde estamos y nos felicitan a los dos y sin olvidarse también de los compañeros de la banda no oficial de mi hermano. Todos salimos al estacionamiento del colegio, las clases por hoy habían acabado.

— ¿Quieren ir a comer? —pregunta mamá acomodando su bolsa— les prepare algo, pero no se si tengan planes con sus familias —.

Los amigos de mi hermano se miran entre ellos y no lo piensan dos veces antes de asentir. No podía creer que mi mamá consentía tanto a esos chicos, los consentía mas que a mi.

10 consejos para enamorarlo ||Juan Pablo Villamil ||MoratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora