Capitulo II

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Era un nuevo día, dormiste bien, el día era cálido y la humedad te resultaron muy agradables. Te levantaste a desayunar, te diste cuenta que Ashrah ya se había ido, donde... no sabías, cuando llegaste a la cocina te diste cuenta que ya habían dejado todo listo para que desayunaras, asumiste que quien lo hizo era Harumi.
Mientras comías sólo tenías una cosa en mente... cómo ayudar a Tomás. Aunque ya tenías un plan y el procedimiento, para que el plan funcionara tenías que entrar en su mente, y era necesario que él también cooperara, eso era lo único difícil en este caso, porque no conocías su personalidad.
Una vez que terminaste de comer te dispusiste a salir a buscar al Shirai ryu, te diste cuenta en ese momento que nunca le preguntaste en qué casa vivía ni dónde se hospedaba. Los jardines de fuego eran un lugar enorme, más grande de lo que recordabas ayer, por lo que tu primera misión se basó en encontrar a Tomas.
Y lo encontraste, estaba de pie con los brazos cruzados apoyado en una barandilla de madera, mientras observaba al Gran Maestro de los Shirai Ryu entrenando a un niño.
-Esfuérzate más, Hanzo.- le dijo Kuai Liang a niño.
Miraste al niño, pensaste que tendría aproximadamente 12 o 14 años como máximo.
El niño lo miró con furia y comenzó a golpearlo con más fuerza, sin embargo el Gran Maestro los bloqueó a todos.
-Tienes que tener la mente clara, o no podrás pelear bien.-Dijo Kuai liang reprendiéndolo mientras sujetaba los puños del chico. Hanzo simplemente lo soltó abruptamente.
-Tranquilo Hanzo.- intervino Tomas.-Debes confiar en los consejos de tu gran maestro.
-Ya lo sé.- respondió Hanzo molesto, luego miró en tu dirección, estabas justo detrás de Tomas.-¿Y ella quién es?.-dijo el menor.
Por alguna razón te pusiste nervioso cuando Kuai Liang y Tomas voltearon a verte, solo alcanzaste a levantar tus dos manos moviéndolas a modo de saludo.
-(T/N) Ya estás aquí... Hanzo ella es (T/N), ella trabajará con Tomas estos días.- Dijo el Gran Maestro mientras movía su mano en tu dirección, discretamente levantó una ceja. como una señal a Hanzo para que se presente ante ella.
-Hola soy hanzo.- Dijo el joven levantando una mano a modo de saludo.
-Es un placer conocerte hanzo.- Le respondiste sonriendo.
-Espera, ¿en qué van a trabajar ellos dos?.-Preguntó Hanzo a su Gran Maestro.
No sabías si responderle porque no querías incomodar a Tomas, ya que en el fondo sabías que de alguna manera le daba vergüenza necesitar ayuda para sus pesadillas.
Por un segundo Tomás tampoco respondió. Por suerte para él, intervino Kuai Liang.
-Es un asunto entre ellos dos, terminemos tu entrenamiento-Dijo el Gran maestro, luego los miró a ustedes dos en señal de que se fueran.
-¿Vamos?.-Le susurras a Tomás, él solo asintió y comenzaron a alejarse.
A lo lejos se escuchaban las quejas de Hanzo hacia Scorpión.
Mientras caminabas hacia la casa donde te hospedabas, rompiste el silencio.
-¿Y cómo te sientes hoy?.-le preguntaste. Se notaba que estaba incómodo.
-Bueno... sinceramente tengo curiosidad de cómo vas a luchar contra Enenra... ¿estás seguro de que no es solo una pesadilla?.- Dijo Tomas mientras te miraba. Cuando lo mirabas podías ver sus hermosos ojos.
-Créeme, si hay alguien que sabe mucho de demonios es Ashrah. Mi habilidad es entrar en el subconsciente de las personas. Una vez que entremos definiremos si Enenra está o no.- Le respondiste. Comenzó a fruncir el ceño pero de una manera demasiado linda para tu gusto.
-No te preocupes, sé que tienes muchas dudas pero cuando iniciemos la sesión lo entenderás.-Le dijiste en tu intento de tranquilizarlo, él solo asintió.
Ustedes dos ya llegaron a su casa, luego se dirigieron a tu habitación, la decoraron de una manera muy ordenada y limpia que le dio una sensación relajante para el gusto de Tomás.
Ahora acuéstate por favor.- Le pediste al ex Linkuei mientras apuntabas con tu mano hacia la cama.

Él cumplió tu instrucción. Mientras estaba acostado, le ayudaste a acomodar el cojín para acomodar su cabeza.
-¿Está bien así?.- Le preguntaste. El terminó de ponerse cómodo en la cama.
-Sí, gracias.- Respondió el chico. Honestamente, no estaba acostumbrado a un trato tan cálido. Ni siquiera con su madre cuando ella estaba viva.
-Perfecto.- Le dijiste con una cálida sonrisa, luego te sentaste en una silla que tomaste de la cocina.- Ahora necesito hacerte algunas preguntas.

Él simplemente asintió con la mirada.
-¿Hace cuánto empezaste a tener pesadillas con Enenra?.-Esa fue tu primera pregunta.
-No estoy seguro, creo que fue hace más de 6 meses.- Respondió mirando al techo.
-Ya veo, y que frecuentes han sido esas pesadillas.-Seguiste preguntándole.
-Eso... no podría decirlo bien, es solo que ese demonio no es lo único con lo que sueño.- Respondió sin dejar de mirar al techo con una expresión incómoda en sus cejas, empezaste a notar que estaba a punto de contar algo que le afectó mucho.
-Cuéntamelo.- Dijiste intentando ser comprensiva con él.
-A veces los fantasmas de mi hermana y mi madre me persiguen.- Dijo melancólico, no sabías que decirle, sabías que cualquier cosa que le dijeras no le daría consuelo.
-Lamento escuchar eso, sé que no debe ser fácil para ti.- Respondiste mientras apoyabas tu mano en su hombro. Sabías que él intentaba ser fuerte y que tenía muchas penas que nunca expresaba.
El en el fondo quería agradecerte pero no sabía cómo, estaba cohibido.
Entonces le dijiste que cuando se sintiera cómodo debía hablar abiertamente de su familia, de la misma manera era importante saber de eso, sabías que Enenra solía aprovecharse de los puntos vulnerables de sus víctimas, pero considerabas que era mejor no hacerlo sentir incómodo.
Seguiste con las preguntas, y él respondió lo mejor que pudo, en el fondo pensabas que parecía una terapia.
Una vez terminadas todas las preguntas, llegó el momento de iniciar la inducción.
-Escucha atentamente Tomas voy a inducirte a tu subconsciente, va a ser como si te fueras a dormir.-Le dijiste mientras pasabas tus manos alrededor de su cabeza mientras tu energía comenzaba a emanar de ellas.

-¿Y qué se supone que debo hacer?.- Preguntó intentando mirarte.
-Me contarás todo lo que veas, en cuanto camines te diré adónde puedes ir...Si la cosa empieza a complicarse, dímelo y te sacaré lo más rápido posible.-Tú Le dijiste mientras comenzabas a aumentar tu magia.
-Está bien... Espera, ¿no se supone que Ashrah debe estar aquí también?.- Comenzó a preguntar Tomas mientras comenzaba a cerrar los ojos. Sinceramente te preguntabas lo mismo pero no había tiempo para eso, además en esta sesión no iban a pelear contra Enenra todavía.
-No te preocupes, esta vez no es necesario que ella esté aquí, solo veremos si Enenra está presente o no.- Le respondiste. Entonces empezaste a notar que te iba a preguntar algo más, sin embargo ya se quedó dormido.
La misión ya había comenzado.

Fin capitulo II

Enenra (Smoke x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora