FIVE NIGHTS AT FREDDY'S MOVIE || Marjorie siempre estuvo en la familia, como asistente de la señora Afton e incluso algunas veces del propio señor Afton. Nadie sabe lo que ocurre cuando la esposa del hombre se va de viaje por trabajo.
Fanfic William...
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Abril 29, 2000.
— ¡No cabe duda que estaba coqueteando contigo, Mar!
Luego de contarle la pequeña historia a mi hermana, ella se emocionó y empezó a decir tonterías, tonterías que probablemente no estaban muy alejadas de la realidad.
— La verdad es que al principio me asustó un poco, pero luego me dejé llevar — mi hermana me miraba esperando una obvia respuesta —. Casi nos besamos.
Su cara era un poema, su boca estaba ligeramente abierta en señal de asombro.
— ¡¿Qué hay de Valery?! No me jodas, Marjorie — parecía enojada, bueno, estaba enojada —. No quiero que vuelvas a coquetear con Steve... — era algo raro cuando lo llamaban por ese nombre, pues al estar tanto tiempo con su familia me había acostumbrado más a William —... Quizá es mejor que no lo veas hasta que llegue su esposa, quien sabe de que es capaz.
Asentí y supuse que era lo correcto. Mi hermana subió las escaleras de la casa, mientras yo me quedaba reflexionando en la sala, eso hasta que el sonido del teléfono me hizo reaccionar.
— ¡Contesta, Mar! — me gritó mi hermana desde arriba.
Sin mucha opción tomé el teléfono y lo que escuché me puso nerviosa.
— Marjorie, hola... — era la la señora Afton, o como todos la llamaban, Valery.
— Todo en orden, acabo de terminar una llamada con mi esposo — tragué en seco a pesar de que dijo que no había nada de que preocuparse — y me dí cuenta que olvidamos por completo una reservación hoy, así que ambos concluimos que queremos que tu la uses para que no se pierda.
— ¿Qué...?
— Es para dos personas así que lleva a tu hermana o a quien quieras, ¿si? Ahora anota — me tardé en reaccionar, cuando ella ya me estaba dictando la dirección del restaurante —. Bien, me tengo que ir. Ah y por cierto, vi el avance del trabajo... Excelente, Marjorie — sin más colgó.
No pasaron más de dos minutos cuando el teléfono volvió a sonar y yo contesté de inmediato.
— ¿Hola?
— ¿Ya te llamó? — mis piernas temblaron in poco cuando escuché la voz de William del otro lado de la línea.
— ¿Quién? — pregunté solamente para que mi hermana no me escuchara.
— ¿Ya te llamo Valery? — volvió a preguntar.
— Ah, si...
— Bien, porque quería decirte que no quiero que uses esa reservación con alguien más — no protesté ante su petición, probablemente él la iba a usar —. Vamos a ir tú y yo.
