FIVE NIGHTS AT FREDDY'S MOVIE || Marjorie siempre estuvo en la familia, como asistente de la señora Afton e incluso algunas veces del propio señor Afton. Nadie sabe lo que ocurre cuando la esposa del hombre se va de viaje por trabajo.
Fanfic William...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No se que hora es realmente, pero probablemente muy temprano porque los pájaros están cantando apenas, me siento tan cómoda en el pecho de William que me vuelvo a acurrucar para dormir unas horas más.
Un ruido de auto me molesta, parece que bajan bolsas y bolsas además de un fuerte azoton en la cajuela. Intento no prestarle atención, pero William se levanta rápidamente y dice:
— Valery regresó, vístete rápido — no lo asimilo de inmediato, pero al verlo tan apresurado colocándose una pijama para disimular yo solo lo imito.
Me pongo mi ropa del día anterior, pues solo llevaba ropa interior puesta, todavía estoy medio dormida, tanto que casi cometo el error de salir de la habitación, pero por suerte William me detiene y me hace una seña de que guarde silencio.
— Mi amor, ya llegué, el vuelo se adelantó — dice Valery.
William toma sus lentes y con mucha tranquilidad sale de la habitación.
— Querida, por fin estás aquí — siento un pinchazo en el pecho cuando un breve silencio se presenta, sé que se están besando.
Mi mente solo piensa en como salir y corro a la ventana, pero es algo tarde.
— Te extrañé tanto, iré a ponerme mi pijama y será un día en familia — simplemente alcanzo a esconderme en el baño de la habitación.
— Espera, ¿por qué no desayunamos primero? Si quieres ve a despertar a Evan — tarde, Valery entra a la habitación y aunque primero no nota nada extraño, al ver su foto boca abajo y la cama muy desordenada algo le huele mal.
— ¿William? ¿Y esto? — dice acercándose a su fotografía y otro error que cometimos fue no esconder algo más — ¿Condones? ¿Me estás jugando una broma?
— Los compré para... — William no termina de hablar cuando Valery suelta una carcajada.
— Mi amor, si sé para que sirven los condones, ¿acaso me estabas esperando? — no indaga más por la habitación y busca su pijama en el closet.
Creía que todo estaría bien, pero se me hiela la sangre cuando abre la puerta del baño y me ve ahí.
— Hola...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
