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El despertador de Jimin comenzó a sonar, con cansancio buscó su móvil en su mesita de noche, lo apagó dejando caer su brazo.

Por primera vez no estaba con resaca, solo con un leve dolor de cabeza que se podía aguantar.

- Wow.- Puso una mano sobre su cabeza.- No me duele la cabeza.

Se levantó con pereza de la cama dirigiéndose al baño.

Minutos después salió y se alistó para ir a trabajar, bajó las escaleras encontrándose a su madre con un vaso de agua en una mano y en la otra una pastilla.

- Hola hijo, aquí tienes la pastilla para la resaca.

- Hoy no me hace falta mamá, no me duele la cabeza.

SunHee se quedó sorprendida.

- ¿Y eso?

- Pues…- Miró a otro lado.- Ayer Jungkook me sacó de la fiesta a las doce como si fuera la Cenicienta.

SunHee no pudo evitar soltar una risa, Jimin la miró con un puchero en los labios.

- Está haciendo bien su trabajo.

- Si…supongo.- La miró.- Me voy ya.- Le dio un beso en la mejilla.

- Adiós hijo.

- Adiós.

Cuando salió de casa vio a Jungkook esperándolo.

- ¿Desde que hora estás aquí?- Se acercó a él.

- Desde hace quince minutos. ¿Te duele la cabeza?

- No. Ayer no me dejaste beber a mí gusto.

- Para que hoy no te doliera la cabeza.

Se paró delante de Jungkook.- Aparte de guardaespaldas y chófer, también eres enfermero, eres multiuso, me recuerdas a una Barbie, haces de todo.- Dijo sonriendo.

- Supongo que sí.- Dijo también sonriendo.

Los dos se rieron.

Jungkook carraspeó.- ¿Quieres que sea tu chófer o vas solo?

- Voy solo, quiero ir pensando en mis cosas.

- Okey.

- ¿Vamos o te quedas?

- Más quisieras.

Los dos subieron a sus coches, Jimin proceso lo que acababa de pasar, su omega se sintió a gusto al reír con Jungkook.

Decidió no darle importancia y piso el acelerador, para llegar antes que Jungkook y estar un momento a solas.

- Así que quieres jugar a las carreras eh Jimin.

Pisó el acelerador, persiguiendo a Jimin de cercá.

Jimin miró por el retrovisor.- No sé separa de mí ni en coche.

De lejos parecía una carrera de coches, a ver quién de los dos llegaba antes a la meta.

Diez minutos después llegaron al trabajo casi al mismo tiempo.

- No me libro de ti ni en carretera.

- Mi trabajo es vigilarte, así que no me quedó de otra que pisar el acelerador.

Jimin suspiró.

- Entremos ya.

Los dos caminaron en silencio. Una vez adentro Jimin notaba las miradas sobre él y Jungkook, seguramente rumoreando sobre ellos.

Cuando entraron a la oficina seguían en silencio, el ambiente era incómodo.

Tocaron la puerta.

- Pasa.

Era su secretaria.

- Buenos días señorito Jimin.- Hizo una reverencia. Miró atrás.- Jungkook.

- Buenos días.- Dijo el nombrado.

- Buenos días. ¿Qué pasa?

Lo miró.- Su padre quiere que vaya a su despacho.

- Otra vez.- Suspiró.- Espero no se le haga costumbre esto de llamarme todos los días.- Se levantó.

Los tres se dirigieron al despacho de Haneul, al llegar solo entraron Jimin y Jungkook.

-¿Ahora qué pasa?

Haneul suspiró.- Te he dicho que toques la puerta antes de entrar y buenos días a ti también.

- Buenos días.- Rodó los ojos.

Haneul se mantuvo mirándolo.

- ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?

- Me sorprende no ver tu cara de cansancio.

- El chico que tengo atrás no me dejó beber a mi gusto y me sacó de la fiesta a las doce como si fuera la Cenicienta.

Haneul miró a Jungkook.- Buen trabajo.

- Gracias señor.- Hizo una reverencia.

- Jungkook acércate.

El se acercó hasta quedar al lado de Jimin.

- Dígame señor.

-¿Vinieron juntos o separados?

- Separados.

- ¿Ya viste cómo conduce no?

- Si señor, tuve que pisar el acelerador para poder alcanzarlo.

Jimin miró hacia otro lado.

- A partir de mañana traerás y llevarás a Jimin al trabajo, a casa o a cualquier sitio.

- ¡QUÉ! ¡¿POR QUÉ?!- Dijo Jimin golpeando la mesa con ambas manos.

- Porque no quiero que acabes en la cárcel por tu manera de conducir.

- Ya te dije que les hago favores.

- Esos favores que me dices no suenan como a favores normales. Otra razón más para que Jungkook te lleve y te traiga.

- Eso es injusto.- Se giró dirigiéndose a la puerta y cerrando con un golpe.

- Qué haré con este chico.- Suspiró.- Ve con él.

- Si señor.- Hizo una reverencia y se fue.

Te protegeré hasta el final /OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora