Odio... tu risa y que me conozcas tan bien, creo

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Simplemente no puedo soportarlo más, tomo tu cuello sin cuidado alguno mientras lo aprieto al aventarte sobre el escritorio de la habitación, tumbando todo lo que tenía sobre este, se pudo haber manchado la alfombra de algún líquido que teníamos o tus estúpidas posiones sin terminar pero simplemente tenía que callarte de alguna forma, seguías soltandolos y tu olor era simplemente irresistible desde que te acercaste a la estúpida vaca, el deseo de rasgar tu cuerpo ahora era mayor y el de arrancar tu piel en piezas fue algo de lo cual no estoy muy contento de imaginar, o bueno, tal vez si, partirte en pedacitos con estas mismas tijeras.

Miro como pones tu mano sobre mi brazo con fuerza mientras tiemblas y tus ojos dilatados no dejan de mirarme y examinar mi alma atraves de mis oscuros ojos sin las gafas encima, gruñó mientras te suelto una bofetada la cual nos deja a ambos atónitos, no puedo decir nada más aparte de que cierres el osico y me dejes terminar, lo cual haces al instante sin poder dejar de verme mientras tus ojos lagrimean y soltaban lágrimas por todo lo que estaba sucediendo desde hace apenas unas horas tras la partida de tus smigos

Yo también estoy sintiendo varias cosas en este instante, vaya que eres un exagerado gafotas..

Agarró tu barbilla para levantarla y escupirte para comenzar a reírme en tu cara, chasqueas la lengua con molestia y comienzas a insultarme o eso intentas, realmente te ves patético, pero lo divertido aquí es que lo haces bajo mía, sabiendo que puedo rajar tu cuello en cualquier momento con mis garras al igual que no e echo a lo largo de tu cuerpo por estas horas, simplemente no puedes dejarlo, no puedes dejar de ser un estúpido que espera órdenes

Sujeto tu cabello cuando te derrumbas agotado y con dolor del mueble y continuo, eres un completo boludo el cual no conoce sus límites, una perra sin correa que necesita ser golpeada para entender el mundo real, un maldito hijo de puta que me da asco al verle por la calle como si fuese un vago..

—Ah! Spreen!...

Agh..tina.

Gimes en voz alta cuando terminó y tu cuerpo termina cayendo por fin completamente, no tienes voz y tu garganta puede que esté muriendo como la mía por nuestros gemidos pero realmente no tengo pesar al verte contra el suelo y al yo terminar simplemente me quedo en silencio tras procesar lo que acabamos de hacer después de mucho tiempo, obviamente es una broma y tu parecieras que te lo tomas como si fuese lo más horrible que haya dicho a lo largo de este estúpido matrimonio.

Me río en tu cara y solo le doy golpecitos en tu trasero para levantarle de un jalón y lanzarte a la cama, ya estoy aburrido y no continuare aunque me restriegues el culo en el rostro y me pongo los lentes, es hora, 12:34, tengo que volver al trabajo.

Nos recostamos por unos momentos y rodeo tu cuerpo contra el mío en un pequeño abrazo, puedo ver sangre recorrer tus piernas y demás partes del cuerpo cuando te rasguñe y casi arrancaba tu piel, tus gafas están rotas en alguna parte de la habitación y sigues temblando aunque estés junto a mi en esta cómoda y cara cama, acaricias mi rostro mientras te ríes, vaya que esa risa es una mierda, tan repetitiva pero que simplemente me da ganas de arrancar tu lengua y voz y lanzarlas al río para que nadie pueda escucharla y yo sea el último

Te acurrucas conmigo aunque te aviendo del otro lado de la cama hasta que caes y me acomodo desnudo con la vista al techo, viendo como regresas y me pellizcas la nariz para comenzar a acariciar mis orejas sin pudor mientras cierro mis ojos, como putas puedes conocerme tan bien?.. solo tú puedes tocarlas, maldita sea.

10 cosas que odio de tí// SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora