''¿En qué piensas?''

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Ben hablaba todos los días con Tess. Ella estaba en vacaciones de la universidad y él también tenía unas cortas vacaciones del trabajo.

Todos los días Ben se quedaba en su casa a dormir y nunca tuvieron sexo.

Hablaban de muchas cosas a la hora de la comida, ella le contaba cosas y él le contaba cosas.

Una de las tantas noches que se quedó mirándola mientras dormía, Ben bajó su mirada lentamente, bajando por su pecho hasta su abdomen y de ahí, un territorio completamente desconocido.

Tess estaba durmiendo en ropa interior y una gran camiseta que Benjamín le había prestado esa noche. La camiseta estaba ligeramente corrida, consecuencia del movimiento de Tess mientras dormía, se alcanzaba a ver su ombligo.

Ben ahogó un bramido cuando vio en la pierna de Tess una protuberante cicatriz que arruinaba por completo el tono extremadamente blanco de su piel. Esa fue su pierna, un poco por encima de la rodilla, pero cuando fue subiendo la mirada, pudo observar esa serie horrible de líneas que le había ocultado por tanto tiempo. Las líneas no eran muy visibles, pero Ben sabía que estaban ahí por algo.

Ben, sin saber por qué prendió la luz, despertando a Tess. Cuando se despertó refunfuñó un poco y después se sentó en la cama, acomodándose la camisa para que no se vieran las cicatrices.

- Tess...- Dijo Ben antes de tomarle una muñeca con una mano y con la otra quitarle la blusa. Nunca se había preguntado por qué, aunque hiciera calor, ella no se ponía vestidos de baño, o si se ponía, eran enterizos y con un short por encima. Al quitarle la camiseta, antes de que Tess gritara, tomó su otra mano y la tiró a la cama poniéndose encima de ella.- Y esto es...- dijo bajando la mirada lentamente desde su cuello hasta la base de su vientre.- ¿Qué es?- Dijo ahogando el bendito llanto que amenazaba con romper su voz, sus ojos, su boca y la poca salud mental que le quedaba. Él en ese momento quería abrazarla tan fuerte que la haría olvidar de todos sus problemas. Pero ella tenía que explicarle.

- Yo... Ben, yo...- El llanto la rompió a ella primero, empezó a brotar lento por sus ojos, cayendo por sus mejillas, hasta ser depositado en su almohada.- Yo no quería que te enteraras de esto, es una etapa de mi vida que intento dejar atrás.

- Sabes bien que hay muchas cosas que yo también intento dejar atrás Tess, pero las comparto contigo, porque el increíble dolor que ellas causan, lo calmas tú con tus consejos estúpidos y comidas horriblemente saladas y algunas veces quemadas.- Benjamín estaba muy serio, pero a Tess se le escapó una risita.

- Lo sé, yo... Lo sé.

- Entonces ¿En qué piensas? Dímelo, si no lo haces no podré saber qué coño quieres, si no me hablas no te entenderé.-Tess empezó a llorar, ahora más duro, las manos de Ben en sus muñecas le estaban haciendo daño.

- Te diré, pero suéltame.- Ben no lo dudó un segundo. Cuando por fin se vio libre, se paró y se puso unos zapatos y una chaqueta, como como si se fuera a ir, sólo con ropa interior, una chaqueta y unos converse sucios. Ben aguantó la respiración, no se podía dar el lujo de perderla, él la necesitaba en su vida, era una sensación parecida a como si le quitaran el oxígeno poco a poco, pero mientras veía que todo el mundo respiraba. Pero Tess no se iba a ir. Con los zapatos puestos, se dejó caer al suelo, en una mezcla de gritos y llanto, estaba sacando lo que no había sacado en 15 años de vida rodeada de gente. Ben dejó salir un suspiro.- Yo... Necesito que te acerques.

Benjamín se paró de la cama y se arrodilló frente a Tess. Le dijo al oído.-Tranquila bonita, las personas rotas brillas mucho más.- Frase interesante, él estaba tratando de referirse al brillo que sale por cada uno de sus partes.-Vamos, pongamos todas tus partes sobre la cama y deja que ellas me digan sobre ti, sobre ellas, deja que ellas me digan sobre nosotros.-Si, se le escapó ese <Nosotros>, pero a Tess no le disgustó, le quedó sonando... Nosotros... Sonaba bien.

Ella empezó a hablar. "El asco que cada ser humano puede tenerse así mismo es impresionante. Empezaré por el principio. Cuando era pequeña, no tenía amigos, como ya te había dicho. Pero eso no cambió, no tengo amigos aún, soy una persona bipolar y grosera, no encajo de muchas maneras, soy emocionalmente inestable y estoy profundamente deprimida. No me gusta nada de mí, no me gusta ser como soy, no me gusta mi cuerpo, nada de lo que hay en él. No me gusta no poder amar a la gente como me han amado a mí, no me gusta sufrir por todo, no me gusta ser tan débil.

Y ¿sabes por qué no tengo amigas?, fácil, las chicas son unas putas, no les importa nada, no les importa nadie y por mucho que me importen, ¿Quién me asegura que yo les voy a importar?

Todas las personas alguna vez se alejarán de mí, me dejarán sola, como siempre he estado. Odio este sentimiento de soledad. Odio muchas cosas y entre ellas estoy yo."

Sin duda, una mujer jodida.


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