Tess y Ben habían tenido muchas peleas esos meses, pero aun así Ben seguía ciegamente enamorado de ella, mientras ella se acostaba con su mejor amigo en su casa, mientras él trabajaba.
Tess y Ben no habían tenido sexo nunca, él no quería manchar su belleza. Aparte de que ella era su precioso misterio, porque como en todo, hay cosas que merecen su secreto.Un día Tess estaba en su casa con Danny, tomando y jugando a desvestirse, normal. Mientras Ben estaba en el trabajo.
En el trabajo de Ben había llegado una nueva chica, que realmente a Ben le había caído muy bien, le encantaba trabajar, cosa por la cual Ben a veces podía salir temprano, ese día era una de esas veces.
Ese día, el día de su aniversario de medio año. Aunque Ben sabía que no era muy importante, cualquier cosa era un buen pretexto para cocinarle cosas ricas a Petit. Yendo a su casa, compró algunas cosas para hacerle una nueva receta que había aprendido, estaba muy emocionado. Al llegar a su casa, creyó que estaba dormida, estaba muy callado y la puerta de abajo estaba cerrada con seguro, por suerte, Ben tenía una copia de las llaves. Entró, tratando de hacer el menor ruido posible, no quería despertarla, iba a poner las bolsas en la encimera cuando escuchó un pequeño grito de Tess, creyó que era algo malo así que subió corriendo la escalera, con las bolsas aún en la mano. Al llegar a su habitación, ya los gemidos de Tess se escuchaban hasta con la puerta cerrada, también se escuchaba su hermosa risa, risa que estaba compartiendo con otro. Abrió la puerta tratando de no hacer ruido y como era de esperarse, no se dieron cuenta. Ben los vio, era Danny, estaba con ella, con su secreto... ¿por qué? Se sintió tan destrozado, que no tubo no tuvo ni ganas de sorprenderlos, igual de silencioso como entró, salió. No dejó las bolsas en la cocina, se las llevó y se fue, con el corazón destrozado. Por suerte iba en la moto y podía tomar el camino largo. Prefirió no hacerlo. Tomó el camino corto y fue hacia su trabajo, allí se encontró con la nueva chica, Noah, que Ben sabía que gustaba de él. Tenía los ojos azules y el cabello de un rubio tan claro que parecía blanco, con las puntas en un tono azul claro, medía un poco más de 1,50 y siempre tenía dificultad para alcanzar las cosas, era muy delgada, pero tenía unos senos grandes para su tamaño. Era hermosa, y era su amiga. Su única amiga.
Llegó al café vacío, a punto de cerrar, con los ojos rojos, sólo estaba ella de turno y eran como las 6 de la tarde. El local quedaba un poco lejos de la casa de Tess. Al verla sentada encima de la barra, cosa por la que siempre la regañaba, le empezaron a salir lágrimas de los ojos, ella lo vio y le hizo un gesto para que viniera. Él fue y ella lo abrazó con toda su fuerza contra su pecho.- Vamos.-Esas palabras lo despertaron.
Salieron del lugar hacia la casa de Noah, una casa de un solo piso, muy acogedora, Noah tenía 16.
Ella sabía que él lloraba por algo de lo que no podían hablar en ese momento, necesitaba calmarse, necesitaba tomar una taza de té y dormir, necesitaba que le dijeran que todo iba a estar bien, porque ella sabía que todo era culpa de ella, de la mujer a la que amaba.
Ben tomó un té y se acostó con ella en su cama, escucharon música toda la tarde y a la noche se quedaron dormidos, era la primera vez que se queda en la casa de alguien que no fuera Tess.
Como a las tres de la mañana, ambos se despertaron por un trueno muy ruidoso que cayó muy cerca. Ninguno de los dos pudo volver a dormir.- Ahora sí, cuéntame ¿qué pasó? Todo es por esa Tess, ¿verdad?-Ben se sentó en la cama.
- ¿Quieres la verdad?- Noah también se sentó en la cama.
- No idiota, no quiero la verdad.-Ben se volvió a acostar, esta vez apoyando su cabeza en las piernas frías de Noah.
- Lo que pasa, es que cuando llegué a su casa para darle una sorpresa, ella estaba en su cuarto haciéndolo con otro chico.
- Eso es...
- Ese otro chico era Danny.
- ¿Enserio? Uh...
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El camino más largo.
Teen Fiction''Ben se fue al cuarto y se puso algo de ropa, le dio un rápido beso a Noah y salió de la casa con las llaves de la motocicleta en la mano. Se fue a recorrer la ciudad, tomando el camino largo hacia cualquier parte. Ella era una zorra (...) Supongo...