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Unos días después Tess y Ben habían peleado, habían estado distantes tal vez una semana. Ben no había vuelto a casa esa noche, Daniel se sentía solo. 

Daniel no solía ser de las personas que salían a conseguir chicas a los bares, todo lo contrario, le encantaba el rollo de lo romántico, le encantaban las chicas difíciles. Pero como en todo, había excepciones.
Ben no había regresado a casa y ya iba a ser la una de la mañana, entonces, en vista de la tremenda soledad en la que se encontraba, salió a dar una vuelta.
Pasó por un parque cercano a la casa, tenía unas bancas, él tenía una cerveza y el cielo estrellas, le parecía perfecto, ya que igualmente iba a estar solo en el apartamento, prefería estar solo afuera.

Se sentó en una de las bancas a tomar su cerveza y a mirar las estrellas, sin duda un tipo extraño.
Estuvo así largo tiempo hasta que su celular sonó, era Ben, seguramente ya había llegado y no tenía llaves, no era tan grave. Miró su reloj, las 3:05 AM.

Se paró, tomó su botella de cerveza vacía del suelo y se dispuso a irse, pero en medio de la oscuridad de la noche, alcanzó a ver una masa oscura tirada en el pasto, se alarmó y volteó a mirar esa masa extraña otra vez, parecía un cuerpo. Al irse acercando observó que era una chica, tirada, sin chaqueta, con una camiseta esqueleto y unos shorts de chico, diría yo, en posición de estrella, con los brazos y piernas abiertos.
Se acercó a ver si estaba respirando, pero no podía ver si no se acercaba, se acercó hasta que su cabeza estuvo justo encima de la de ella. La vio mover los ojos un poco debajo de los párpados, hasta que ¡BUM! Levantó la cabeza con mucha fuerza y golpeó su frente son la de él, ambos cayeron al piso por el dolor.
Él la vio levantarse, se salía sangre de la nariz, era muy pequeña y delgada, tenía el cabello largo, era muy linda.
Él se levantó, era muy alto, tenía el cabello corto, barba, unos músculos bastante notorios en los brazos y piernas y uno que otro tatuaje notorio en sus brazos.

- Em... ¿Hola?- Dijo Daniel mientras la misteriosa chica se alejaba caminando.

Se levantó, corrió hacia ella y la tiró al suelo.

- Gritaré que eres un acosador.-Dijo la chica con la mayor calma conseguible en esa situación.

- Dime tu nombre y me iré.- Dijo Daniel, esa chica era... ¡Wow!

- Tess ¿Te escribo también mi número? - Parecía que le encantaba usar sarcasmo, pero Dany, en ese momento, no entendía razones ni nada.

- Si, gracias.-Él no sabía que más responder, estaba alucinado.

- Claro, pero no tengo papel, ¿Qué tal si te lo escribo en la frente? Ah, pero tampoco tengo bolígrafo ¿Y si te lo escribo con una navaja?

- Yo... Entonces, ¿Tess? ¿La señorita Tess tiene apellido?

- Taylor, ¿Ya me puedo ir?-Esa mujer lo sacaba de quicio, pero que pudiera lograr eso le encantaba.

- Dame tu número, así podremos hablar para salir.- A ella él también la sacaba de quicio, era tan insistente, y ella tenía novio, o algo así, un algo así que quería muchísimo.

- Está bien, ¿si te lo doy me dejarás irme?

- Claro.- Le dio el número, acto seguido desapareció en la oscuridad.

Cuando llegó a su casa, le envió un mensaje a esa tal Tess.

"¿Qué hacía afuera a esta hora, señorita?"

Un mensaje en respuesta llegó unos veinte minutos después.

"Acababa de pelear con mi novio, él también se fue muy enojado"


"¿Con quién?"

"Conmigo, con lo que pasó, con todo, con la vida en general."


"Que sujeto tan complicado.
¿Qué pasó?"


"¿Enserio quieres saber?"


"Claro, preciosa."
No sabía por qué pero Tess, en ese momento sintió que se podía acostar con él esa misma noche.
Decía un libro que leyó una vez "La mujeres somos capaces de acostarnos con un hombre que acabamos de conocer, si él nos brinda una atención que normalmente no nos brindan" O algo así. Tess ya no recibía esa atención de Ben, o si la recibía, no era lo mismo que hace dos semanas.

Desde ese momento siguieron hablando mucho y de muchas cosas, Daniel sintió que la conocía bien al pasar una semana. Varias veces en el mes siguiente quedaron de salir.

Tess le dijo una vez a Danny que no le gustaba su nombre, entonces él le puso cookie, porque estaba hecha de una masa especial, ella tenía todo lo que los demás no.

Y así Danny y cookie salieron mucho durante unos meses.
Pero Daniel también dejaba tiempo para Ben, para que él le hablara de su amada. Daniel no quería contarle a Ben sobre su chica, no quería arruinarlo, aunque él fuera su mejor amigo.


El camino más largo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora