『𝐀𝐥𝐠𝐨 𝐦á𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐟𝐢𝐜𝐜𝐢ó𝐧』: ᴛʏᴜɴɴɪɴɢ ᴀᴜ

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Si Kai tuviera que describirse, él diría que es alguien inteligente, paciente, sincero y que poseía una gran destreza. Aún así, ninguna de esas cualidades lo ayudaban a entender la extraña serie de mensajes que tuvo con su mejor amigo. 

Probablemente Kai debería de agregar “despistado” a esa lista.

— ¿Qué rayos significa eso de “es una cita” — susurró entre dientes saliendo apresurado de la cama y agitando el celular en su mano con exasperación.

Hace solo unos minutos Kai lloraba por la extraña pero hermosa relación entre un Beomgyu niño bueno de casa y un Soobin que sacaba más humo que una locomotora y con obvios problemas de autopreservación, además de que estaba seguro de que no podría volver a escuchar Strawberry & Cigarettes de la misma manera. 

Y en el siguiente momento, Taehyun hacia decidido romper su burbuja al decirle, si es que decirle describe lo que había pasado puesto que solo se tomó la molestia de avisarle, que irían a una cita y que se arreglara, ¿qué diablos ocurre con eso? Según sus conocimientos en historias románticas eso es algo que los novios suelen decirle muy “masculinamente” a sus chicas antes de pasar por ellas para salir a algun lado, Kai no podía relacionarlo con otra cosa, más cuando al volver a cuestionar a Taehyun este solo le respondió: “solo arréglate, yo pasaré por ti”. Maldita sea Taehyun y su simpleza.

Seguía siendo extraño, Kai no era ninguna chica, y aunque entendía que en muchas relaciones no heteronormativas esa conversación podría ocurrir, Taehyun no era su novio.

Novio.

Sin ningún permiso las mejillas de Kai se calentaron ante el pensamiento y golpeó su rostro con ambas manos en un intento de borrar el sonrojo, no seguro con eso frotó su rostro con fuerza, aun con nadie alrededor se sentía muy avergonzado, pero no lograba comprender porqué.

— Tae suele salir ocho y media de su entrenamiento, — murmuró Kai para sí mismo — por lo que es probable que llegué a las nueve.

Miró el reloj en su mesa de noche, las cuatro cuarenta de la tarde, aún tenía bastante tiempo para ducharse y vestirse. Todavía con dudas se encaminó a la cocina para preparar una nutritiva comida, un ramen instantáneo, y aunque prepararlo lo estaba distrayendo no era suficiente para olvidarse de sus inquietudes.

Por lo general Kai tomaría la iniciativa en bromear sobre ir a una cita con Taehyun, tanto para molestar a su mejor amigo como para crear fanservice para sus fans, pero con su confundido estado emocional y mental actual las palabras “cita” y “Taehyun” en una misma frase lo exaltaba de sobremanera, tenía miedo de estar perdiendo la línea entre lo real y lo ficticio a causa de las historias que pasaba leyendo.

Recuerda bien aquella historia ambientada en el universo de Harry Potter en donde él y Taehyun eran personajes secundarios en un relato amoroso entre Soobin y Beomgyu, no solo eso, puesto que Taehyun ficticio almacenaba sentimientos románticos por el Kai ficticio. De igual manera recuerda los cosquilleos en su estómago cada que leía las palabras y suspiros empapados de amor que Taehyun le dedicaba a su persona — por supuesto ficticios —, y antes de que su tren de pensamientos se desviara por terreno peligroso, donde se preguntaba si el Taehyun real también llegaría a dedicarle pensamientos tan hermosos, prefirió enfocarse en otras cosas de la historia, lo que significaba saltarse cualquier parte que narrará sobre Taehyun y él, o Taehyun pensando en él. 

Admitirlo le daba vergüenza, pero no tanta como reconocer que la única razón por la que dejó de leer sobre Soobin y Yeonjun fue que la pareja secundaria siempre era Taehyun con Beomgyu, y leer sobre ellos dos estando juntos le provocaba un nudo en el estómago, qué tan patético se oía eso. Al no saber cómo lidiar con esos indeseables sentimientos decidió ignorarlos y evitar cualquier contenido que los involucrara a ellos románticamente, al final eso no lo ayudó en nada ya que se terminó topando con Taehyun y él estando juntos, no sabía cuál de las dos cosas era peor.