༺ Capitulo 7 ༻

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Cursiva:Lituano
Negrita:Bulgaro

≪ •❈• ≫

Cuidado con enojar a un dragon:
El rugido de Harry.

Castillo Oculto
Algún momento dentro del bucle temporal

Fue solo gracias a los reflejos instintivos que todo jinete de dragón desarrollaba, Branwenn se hizo a un lado y esquivo el hechizo que se dirigía directamente a su cabeza. El hechizo celeste impacto contra las grandes puertas de madera de roble de la sala de entrenamientos, dejando detrás una mancha de pintura azul. Branwenn enarco una ceja y se giro, encontrando a Remus y Sirius mirándola como dos niños que habían sido encontrados haciendo alguna travesura. Era Remus quien tenia la varita levantada y Branwenn supuso que el ojiambar habia querido golpear a Sirius con el hechizo, pero el otro hombre se habia hecho a un lado.

-Espero que eso se quite.-cuando vio como Remus se mordía el labio inferior con inseguridad,Branwenn se preocupo un poco-Se quitara ¿Verdad?

-¡Lo hará!-Remus asintió, pero después su rostro adopto una expresión de duda-…Probablemente.

Branwenn se paso las manos por la cara, exasperada, pero no mostro molestia hacia sus dos nuevos amigos.
Los últimos dos miembros de la familia de Harry llevaban ya varios meses en Castillo Oculto y, si Branwenn debía ser sincera, le habían dado mucha vida al castillo. Harry se veía mas feliz con ambos hombres cerca de el, lo que hacia feliz a Branwenn por si solo.

-Dioses de arriba…-los miro y puso los ojos en blanco cuando vio que los dos la miraban con incertidumbre-Busquen la forma de limpiarlo. Los dos-aclaro cuando vio que Sirius abría la boca para protestar-Remus seguramente solo saco su varita porque hiciste algo, Sirius. Así que lo ayudas.

Los dos hombres asintieron al unísono y Branwenn tuvo que reprimir una sonrisa burlona. Actuaban como niños regañados por su madre, a pesar de que ambos sabían que Branwenn no podía estar molesta con ellos mucho tiempo. Les tenia demasiado cariño como para enojarse.

-Lo sentimos, Branwenn-se disculpo Sirius, mientras sacaba su varita nueva-Puede limpiarse, lo juro.

Branwenn hizo le resto importancia con un movimiento de su mano.
Los dos hombres fueron hacia la puerta y comenzaron a intentar limpiar la pintura con varios hechizos. Branwenn los observo en silencio por un momento, hasta que finalmente recordó porque estaba buscándolos en un principio.

-¿Alguno de ustedes sabe donde esta Harry?

-¿Mmm?-Remus miraba la mancha con el ceño fruncido, como si la pintura lo hubiera ofendido-Creo que estaba en la biblioteca.

-Dijo que leer antes…¡Maldita sea!-el hechizo que intentaba Sirius fallo e incluso hizo la mancha mas grande-Tu y tus hechizos, Remus…-murmuro por lo bajo, antes de mirar a Branwenn otra vez-Quería leer un poco antes de salir a volar.

-Bueno, te dejo con eso. Hay un árbol de roble en el bosque oeste con el que pueden reemplazar la puerta si no pueden limpiar su desastre.

Recibió dos miradas fulminantes, pero ella se limito a sonreír con burla y se evaporo en el aire, con rumbo a buscar a Harry.

≪ •❈• ≫

Si querías saber sobre las acciones de cualquier miembro de la familia Emrys, solo podías encontrar esas historias en la enorme biblioteca familiar de Castillo Oculto.
Si algo habia aprendido Harry desde que se había mudado al castillo, era que los Emrys siempre habían sido increíblemente reservados con la historia familiar. Branwenn habia explicado que eso se debía a que muchas de esas historias, aunque podían parecer simples anécdotas, contenían secretos de familia.
Por ejemplo, solo en la biblioteca del castillo podías encontrar información sobre como destruir un huevo de dragón Emrys. Los huevos de los dragones Emrys son naturalmente mas resistentes que los huevos de dragón normal, el cascaron estaba recubierto por una gruesa capa de piedra volcánica, lo que los hacia prácticamente indestructibles. Antiguamente, cuando era una costumbre poner un huevo en la cuna de cada bebe Emrys nacido, si el huevo elegido no eclosionaba después de un par de días en la cuna, era retirado durante el día y colocado en las llamas ardientes de la chimenea, para mantenerlos calientes y reducir la posibilidad de que la cría muriera.
A Harry le gustaban en especial los libros que narraban lo que habían hecho los padres de Branwenn, e incluso la misma Branwenn.
Acurrucado en el asiento de la gran ventana que tenia vistas al pequeño lago de lotos del jardín, con el enorme libro de tapas duras azul oscuro en su regazo, Harry leyó las vidas de los que se habían convertido en sus ancestros favoritos.
Ryker Emrys habia conocido a su Unikalus cuando tenia apenas 6 años y Miassa Malfoy contaba con once años ya. No era la diferencia de edad mas grande que habia existido, por lo que no se vio nada malo en comprometer a los niños. La familia Malfoy era muy leal a la familia Emrys en ese tiempo, siendo que compartían ancestros en gran medida, por lo que fue una unión muy prospera. Branwenn fue su única hija, el único embarazo de Miassa que habia resultado exitoso de los cuatro que tuvo, uno anterior a Branwenn y tres después de ella.
Ryker habia sido un rebelde, por lo que Harry podía leer. Habia montado a su dragona a los quince años y desde entonces no hubo fuerza que mantuviera sus pies en la tierra. Ryker respiraba y vivía por los cielos y tuvo la suerte de que su Unikalus se enamorara de los cielos después del primer vuelo a la que la llevo. Ryker también habia sido un héroe de guerra, un guerrero consumado, a diferencia de su hermano gemelo Cassian que era un erudito y amaba los libros.
La madre portadora de Ryker y Cassian, Lady Consorte Penélope Krum Emrys habia sido asesinado por dos magos pertenecientes a una casa noble de España. Fue un golpe para su esposa, Lady Morwen Emrys, quien entro en un coma mágico muy peligroso por el shock de su lazo Unikalus roto de forma tan violenta. Ryker habia estado furioso y sin dudar un segundo, habia subido a su dragona, habia volado a España y habia reducido la fortaleza de esa casa noble a cenizas. Solo la disposición mas amable de Cassian habia asegurado las vidas de los miembros menores de esa familia.
La furia de un dragón es abrasadora y Ryker parecía tenerla de sobra, lo que se demostró varias veces a lo largo de su vida y le dio el nombre de Ryker “el implacable” Emrys.
Uno de los relatos que demostraban el fuerte carácter de Ryker Emrys que le gustaban mas a Harry era que el que contaba como Ryker habia obligado a Lucian M un primo de Miassa, a subirse a su dragona. Lucian habia cometido el fatal error de acosar a Cassian y su parentesco con Miassa no lo salvo de la furia de Ryker. Fue obligado a subir a la enorme dragona escarlata de Ryker, después de que este le arrebatara su varita, y fue colgado al vacío desde el borde de la silla de montar de Ryker.
Ryker no lo arrojo, pero le puso el miedo al infierno en los huesos. Lucian no volvió a acercarse a Cassian por el resto de su vida.
Fue un hombre increíble y Harry podía ver lo que Branwenn habia heredado de el.
Después de tener a Hermione en su vida durante años y de escuchar historias sobre su madre, las mujeres fuertes eran admirables a ojos de Harry, las respetaba quizás mas de lo que se respetaba a si mismo.
Branwenn fue la jinete de dragón mas joven en toda la historia de su dinastía, montando a DeathFire por primera vez con solo diez años. Como única hija de uno de los herederos de la familia, Branwenn fue criada para ser Lady Emrys desde muy joven. Instruida en estrategia, política y modales. Fue criada no solo con la influencia de su padre, también con la de su madre, que según las historias era una mujer digna de admiración, y creció bajo el mismo techo que sus dos abuelas, mujeres fuerte e independientes por derecho propio. Todos los rasgos que habia heredado o aprendido, eran obvios en su forma de actuar con Harry y en su forma de enseñarle.
Desde el principio, Branwenn fue una guía paciente y dedicada para Harry. Le enseño a conectarse con sus raíces Emrys, le hablo de sus padres y de sus abuelas, de los ancestros de ella y los de Harry. Ella lo guio en sus sesiones con Drake, le enseño lituano y canciones de familia. Puso en manos de Harry cientos de libros con los secretos de los Emrys, y muchos de los objetos que eran un legado de la historia de la dinastía.
Soltando un suspiro, Harry cerro el libro y lo dejo a un lado, dirigiendo su vista a la ventana. En el exterior, los lotos que llenaban el lago se mecían con la suave brisa marina que llegaba desde el embravecido mar que bordeaba uno de los lados del castillo. Harry abrazo sus rodillas en su pecho y apoyo la mejilla sobre una de ellas, mirando por la ventana. Deseaba sentir esa brisa, pero cuando miro el cierre de la ventana estaba un poco alto para alcanzarlo desde donde estaba sentado.

El legado Emrys I:Sangre de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora