Una vez ... en Diciembre (Lucemond)

Una noche fatal

- El perro no irá - Aemond insistió con el castaño sobre el destino del perro.

- Y YO DIGO QUE ARRAX IRA - Luke levantó la voz mirando directo a los ojos de Aemond. El más alto se dio cuenta que ese joven era bastante altivo. Pero eso no quitaba que lo hacía ver atractivo a sus ojos.

- Soy alérgico a los perros - argumento el peli plata.

- ¿ desde cuándo?- Jace levantó las cejas sorprendido, pues no sabía aquel dato de su amigo.

Mientras tanto, un hombre de escaso cabello blanco miraba desde las sombras de ese antiguo palacio. Receloso de los jóvenes que ahora había comenzado a moverse en dirección a la salida, prestó su total atención al jovencito de rizados cabellos.

- Mocoso insensato. - escupió con molestia. - Lucerys Targaryen está muerto. Los Targaryen están muertos -

Y con ello caminó en dirección hacia su oscura guarida. El lugar era sucio y húmedo, sin una pequeña pizca de luz más que la que una pobre vela a medio terminar daba.

Llegó hasta su escritorio, y en él se encontraban un sin fin de cosas viejas y desgastadas por el tiempo.

Entre ellas, la que más llamaba la atención era una vieja reliquia que emanaba luz verde y parecía que algo se movía dentro de ella.

Otto la tomó con sumo cuidado y la miró detenidamente. Hacía tantos años después de aquel día en que la dinastía de los Targaryen había quedado bajo tierra.

- ¿Cómo pueden siquiera pensar...que ese mocoso andrajoso es el príncipe Lucerys?-

Dejó la reliquia de nuevo en la desvencijada mesa de madera.

Pero casi al instante de eso, emitió una deslumbrante luz que llamó la atención de Otto.

Con cuidado se acercó y la tomó de nuevo. Esta vez abrió mucho los ojos mientras escuchaba algo parecido a pequeños susurros provenientes de la misma.

- No fue coincidencia que despertaras después de tantos años. ¿Ese hombre afirma que ese chiquillo es un Targaryen...?-

El líquido dentro de la reliquia se removió con brusquedad y de él un estela de humo verduzco como el moho se levantó sobre sus cabeza.

- Más claridad amigo mío...- pidió Otto con fijeza en el humo.

Y rápidamente aquella sustancia emotio otro brillo cegador, dejando ver que dentro de ese tubo de cristal se encuentra una pequeña figura que con violencia se removía, parecía presionada y por ende molesta.

Los ojos antes apagados de Otto ahora emitieron un brillo de suspicacia.

- Si la reliquia de Lord Larys volvió a la vida...significa que...- Giró en dirección por donde los jóvenes ya habían salido, aún se escuchaban sus voces en la lejanía.

- Lucerys Targaryen está vivo¡¡-

El hombre no perdió tiempo, bajó por una larga escalera de piedra hasta llegar a un espacio que contenía solo un pozo . Las columnas estaban casi derruidas por el tiempo, aquellas pinturas ya no podían distinguirse y el suelo estaba resquebrajado en partes muy grandes formando grandes boquetes.

- No fue coincidencia. Si ese chiquillo está vivo sólo debe significar una cosa - Como pudo colocó grandes cirios alrededor del pozo y una a una fue encendiéndose con pequeñas chispas que brotaban de sus huesudos dedos.

Con un cuchillo oxidado en mano, clavó la punta en una de sus muñecas que pronto comenzó a brotar grandes borbotones de sangre oscura como el alquitrán.