7

789 71 6
                                    

Gabito: Yo aún te quiero
Tn: - voltee - Lo siento, yo a ti no - mentí
Gabito: ¿De verdad no significó nada para ti?
Hassan: ¿Todo bien? - desde la puerta
Tn: Sí, estábamos por regresar
Gabito: No, no es verdad estábamos hablando de nosotros
Tn: ¿Cuál nosotros Gabriel? Aquí no hay ningún nosotros desde hace mucho tiempo y si me permites, me voy - miré a Hassan - ¿Nos vamos?
Hassan: Ahorita te alcanzo - sonrío y decidí irme a mi recámara.
Gabito: ¿Qué se traen ustedes?
Hassan: Nada wey, estoy evitando que cagues más las cosas
Gabito: Yo no estoy cagando nada, ella me pone así de malas con lo que hace
Hassan: Ven vamos a cenar, estas bien pedo ya
Gabito: No necesito que me ayudes

Subía las escaleras hasta que Gabito me alcanzó y me agarró del brazo, me besó y lamentablemente seguí el beso, el pasaba su mano por mi espalda, mi cabello y me pegaba más a él, mientras yo estaba en shock, tiesa como una estatua.
El beso termino y cerré con broche de oro la situación, una cachetada.

Gabito: ¿Y eso por que fue?
Tn: ¡Para qué no se te ocurra volverme a tocar!
Gabito: Moria de ganas de besarte - sonrió - Y sí por hacerlo recibo una y mil cachetadas por ti las recibo
Tn: No te soporto
Seguí subiendo y entré a la recámara para acostarme, no dejaba de pensar en ese beso, en los labios que de novios me volvían loca.
Recordaba nuestro primer beso y lo nerviosa qué me puse, nuestra infancia en Hermosillo.
Todo era tan bonito y no podía creer que ahora lo odiaba, pero por el tenía a mis niños y no me arrepentía de eso.

...

Desperté a las 9 de la mañana ya que escuché a los bebés llorar, entro al cuarto y quedé enamorada de la hermosa escena que mire, mi hijo abrazando a su hermana mientras miraban la puerta de su recamara con lagrimas en los ojitos, ambos en pijama, estos pequeños momentos que para muchos es cualquier cosa para mí es lo mejor, y Gabito se lo estaba perdiendo.
Tome a mis hijos en brazos y salí de la recámara para ir a la planta baja para que desayunen, llegamos a la cocina, les hice sus biberones
junto con pequeños pedasos de fresa y plátano, por otro lado la cocinera me hizo unos waffles y empezamos a desayunar.
Platiqué un poco con la cocinera, al terminar agradecí por el desayuno y subimos, bañe a los gemelos para después bañarme yo, decidí que me mudaría a otro lado y aunque estaba muy agradecida con mi mejor amigo, no era algo apto para mis niños.
Nata me había regalado una camioneta y en esa misma fuimos a buscar algún departamento, fui a mi empresa entre otras cosas.
Después de una larga tarde de trabajo al fin llegue a casa, con excelentes noticias.
Eran las 7 de la noche, lleve a los bebés que estaban agotados por cierto, a su recámara, les puse una pijama y baje a cenar.

Tn: Me alegra qué estés aquí - abrace a Nata
Nata: Hola mi niña - me miro raro - ¿Esta todo bien?
Hassan: Amaneció de buen humor
Nata: Mm raro, algo quiere
Tn: No - sonreí - Sólo quería agradecerte por todo y darte la excelente noticia de que mi empresa va súper bien, incluso ya tengo esto - extendí la mano y Nata tomo el papel - Aquí esta lo que invertiste, muchísimas gracias
Nata: Era un regalo - me miro serio - No puedo aceptar que me pagues
Tn: Es un regalo muy caro así que por favor tómalo

Nata negó con la cabeza y rompió el cheque que le di, yo solo lo mire impresionada.

Nata: No me debes nada, yo lo hice por que te adoro y adoro a los gemelos
Tn: Gracias por todo - lo abracé
Nata: Muchas felicidades por tu éxito, estoy orgulloso de ti
Hassan: Felicidades guapa - me sonrió
Tn: Por otro lado, sólo quería decirles qué nos mudaremos - dije sería
Nata: ¿Qué? ¿Por qué?
Hassan: ¿Todo bien? - preguntó extrañado
Tn: Claro, agradezco todo el tiempo que nos apoyaron, pero siento que este ambiente no es para mis hijos, además de que Gabito me estresa - rode lo ojos - Quiero lo mejor para los bebés , no es personal
Gabito: ¿Tus hijos? - pregunto serio

No podía creerlo, lo que tanto temía y de una manera tan torpe fue descubierto, aunque ya no quería ocultarlo más, no quería mentir estaba cansada.
Pensé unos segundos y miraba nerviosa a Nata, mientras el se hacía el que Dios le hablaba, suspiré y tome valor, no mentiría sobre mis hijos.

Tn: Sí - respondí seca, Nata y Hassan abrieron los ojos como plato.
Gabito: ¿¡Como que tus hijos!? Si esos niños cumplirán un año (Tn), no puedo creer que me hayas engañado
Tn: Piensa lo que se te de la gana, pero son mis hijos te guste o no - salí de la cocina y entre a la recámara, comencé a empacar mis cosas y la de los niños.
Una que otra lágrima escapaba pero la limpiaba con fuerza, no quería llorar y menos por el, estaba hundida en mis pensamientos hasta que me di cuenta que Hassan estaba en la puerta.

Hassan: ¿Todo bien?
Tn: Sí - suspiré
Hassan: No mientas, se que estás llorando - se acercó y me abrazó
Tn: No puedo creer lo que me dijo
Hassan: Es que el no sabe nada, ademas no saco cuentas, no se dio cuenta que los niños son suyos
Tn: No quiero odiarlo Hassan, en verdad no quiero
Hassan: Tu corazón no te lo permitiría - me miro - ¿Te ayudo a empacar? - sonrío

Hassan comenzó a ayudarme a empacar mientras bromeaba conmigo para hacerme reír, era una gran persona y últimamente se convirtió en alguien especial para mi, estaba muy agradecida por su apoyo.

Hassan: Te voy a extrañar mucho - me miro
Tn: Yo igual - sonreí - Pero puedes visitarnos cuando quieras
Hassan: Eso haré - me guiño el ojo

Querido ex amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora