♥︎ ¡𝗕𝗼𝗻𝗶𝘁𝗼! - Soojun

Capítulo 12

-Yeonjun, escúchame. -el pelirrosa continuó su camino por el pasillo del colegio, sintiendo las miradas de cada alumno presente sobre él y Beomgyu. Al parecer, a todos les gustaba el morbo del chusmerio y no pasaría de largo la discusión con Kang Taehyun del equipe de básquet esa mañana temprano.

-Beom, hablaremos después, ¿De acuerdo? Me duele la cabeza ahora, debo pasar por el baño antes de irme. -Volteó a verlo, encontrándose con su ceño fruncido y una expresión abatida.

-Está bien, pero... N-no es cierto, ¿Bien? No te alejes de mi por lo que Taehyun o los demás crean. Nosotros simplemente tuvimos problemas y él no pensaba porque estaba enojado conmigo. -Se excusó. Yeonjun lo percibla como una excusa, no obstante, no se sentia bien para divagar o discutir; la situación le afectaba, por lo que se limitó a asentir con la cabeza antes de voltearse para retomar su andar.

Para su buena fortuna, el amplio baño del colegio se encontraba vacio. Yeonjun se adentró con lentitud, apoyando su mochila en el suelo mientras la sostenia entre sus piernas. Se remojó la cara con agua fría, poniendo especial énfasis en su frente pulsante. Humedeció las hebras rosadas que caían en pequeños flequillos y suspiró. Quería llegar a su casa y dormir durante horas.

El silencio estridente que persistia en el sanitario se vió interrumpido cuando una cadena fue jalada, la puerta blanca del último cubiculo se abrió, y el pelirrosa observó a través del espejo a Choi Soobin saliendo de alli con la cabeza gacha.

Desde aquel pequeño encuentro en la cafetería, Yeonjun se habla cuestionado seriamente los hechos. ¿Debía ser una coincidencia, que justo cuando choca contra Choi de manera accidental, la nota aparezca por arte de magia en su bolsillo? Aunque, por supuesto, eso sería fantasear demasiado. ¿Un chico como Soobin gustando de él?

Yeonjun debía dejar de ver películas románticas y por sobre todo, debía dejar de ver al castaño con otros ojos.

El chico se acercó a pasos lentos hasta el lavabo, levantando la mirada hacia el espejo y encontrándose de súbito con Yeonjun viéndolo con atención. El pelirrosa sintió sus mejillas calentarse y desvió la vista a un costado; la vergüenza apoderándose de su sistema.

-Hola -Lo escuchó pronunciar, y se volvió hacia él. Le sonreía con gentileza mientras lavaba sus manos bajo el chorro espumoso del grifo.

-Hola -Se las arregló para no balbucear. El pensamiento de quedar como un tonto ante el imponente castaño le hizo encogerse un poco más. ¿Qué tan patético estaba viéndose?

-¿Cómo estás?

-Bien, ¿y tú?

-Muy bien -Cerró el grifo, sacudiendo suavemente las manos para quitar el agua en exceso. No estaba mirándolo, pero Yeonjun sentía sus ojos oscuros pesados sobre él a través del espejo, mientras se limitaba a jugar con sus anillos en un intento por calmar su nerviosismo. -Eres Yeonjun ¿Verdad?

-Si, ¿Soobin? -El castaño asintió, ¿Por qué estaba preguntándolo si era algo obvio? -Nunca antes habíamos hablado.

-Es verdad. Es la primera vez que puedo escuchar tu voz. ¿Me permites decirte algo? Siempre me gustó tu cabello rosa.

Yeonjun sintió el calor subiendo por su rostro. Choi Soobin, el capitán del equipo de natación, estaba halagándolo.

-Ah, bueno... Es mi color favorito, es lindo saber que te gusta. —Se inclinó para tomar su mochila, mientras Choi permanecía impávido frente a él -¿Te gusta el rosado?

-Es mi color favorite también.

Oh, ¿Qué era eso? ¿Su pulso acababa de acelerarse? En efecto, su ritmo cardiaco se hizo más veloz tras sus palabras. No es como si Yeonjun estuviera sintiéndose como el protagonista de un drama coreano, para nada.

-Mi papá suele decir que es un color para maricas. —Murmuró, y de immediate se arrepintió. ¿Por qué a Soobin le interesaría saber sobre su vida?

-Tu padre no debe ser un hombre muy comprensivo, pero no te preocupes, el rosa no es para maricas. En tu caso, te hace ver mil veces más bonito todos los dias.