-¿Acelgas o espinacas? -Soobin le preguntó, volteándose hacia él, Yeonjun se sonrojó violentamente cuando se percató de la cercanía. Podía sentir el perfume del chico y apostaba a que ocurría lo mismo con el suyo.
-No me gustan mucho esas cosas. -Objetó por lo bajo. Su pulso reaccionó a la risa de Choi.
-Tendrás que comer ahora, es importante. No te daré comida chatarra o algo parecido.
Y se volteó hacia el mostrador para hacer el pedido. El lugar estaba medio vacío, suponiendo que aquello era mejor antes que el tener que tolerar una nueva muchedumbre de personas ruidosas y parlanchinas.
Luego de que Soobin le hubiese invitado a comer juntos, él no tuvo una mísera oportunidad para negarse. Nayeon alegó que debía regresar a su casa, y que no tenía que preocuparse por la competencia o cualquier otra cosa; ellos ya estaban ganando desde antes de que Yeonjun se desmayara.
Tomando asiento en una mesa junto al ventanal de cristal, el pelirrosa ocultó sus manos cubiertas por el suéter blanco sobre su regazo, sintiéndose nervioso cuando Soobin tomó lugar frente a él trayendo esos bocadillos que no se veian tan mal como había pensado.
-Bien -Dijo, quitando el papel que envolvía lo que le habían entregado. -Me muero de hambre, ¿tú no?
-Si, bueno... -Tragó saliva, observando cada movimiento del chico con atención. -Gracias por traerme aquí.
-No es nada, en serio. En realidad yo... -Lo observó directamente, imponiendo el silencio de pronto. Su corazón se aceleró una vez más en el día. Quería hablar de las cartas, pero no sabía por donde comenzar. O quizás, sería demasiado repentino. -Quería invitarte desde hace mucho tiempo.
Se limitó a esbozar una pequeña sonrisa, desviando su mirada hacia los transeúntes que recorrían la calle a través del ventanal. Yeonjun se sintió más cómodo con el pasar de los minutos, y conoció más al chico que le observaba con atención; a Soobin le gustaban las matemáticas, mientras que la natación para él sólo era un hobby. Le gustaban los colores oscuros, pero el rosado era su debilidad. Era un apasionado de los animales, y en ocasiones, disfrutaba cocinar. Y entre tantas cosas más.
El mayor debía admitir que estaba ligeramente sorprendido. Aquella fachada superficial de Choi siendo el chico bonito, popular y atlético de su escuela, parecía más que errónea. O mejor dicho, incompleta.
Las horas corrieron veloces. Llegó el atardecer en compañía del cielo levemente anaranjado, cuando Yeonjun supo que debía regresar a su casa. Quizás se ganaría una reprimenda de su madre, claro, si es que ella se encontraba en su hogar, algo que parecía ser bastante improbable.
Soobin se ofreció a acompañarlo. El tiempo era agradable, y el brazo del chico que rozaba con el suyo durante la caminata lo era mucho más. Yeon sentía el calor quemando en su rostro, e intentó distraerse con la brisa que removía los mechones de su cabello.
-¿Cómo fue que decidiste usar ropa femenina? -El más alto preguntó de pronto, y él lo observó. Los ojos oscuros de Choi se encontraban fijos en él, tan bonitos y brillantes. -Quiero decir... Tus padres, ¿no se negaron?
-Mi papá se molestó demasiado ese día. -Fue sincero. -Me insultó y llegó a golpearme también. Ya sabes cómo es la gente como él... Prejuiciosa. Desde que era pequeño y le pedía accesorios de color rosa me hacía saber que era un color para niñas, o algo así. Lo típico. Mamá... Para ella no fue muy importante, sólo lo ignoró.
No recibió respuesta del contrario después, y se centró en continuar con su camino mientras oía las copas de los árboles removerse con el viento.
Su corazón saltó cuando sintió la mano de Soobin rozando suavemente la suya, hasta entrelazar su dedo meñique.
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♥︎ ¡𝗕𝗼𝗻𝗶𝘁𝗼! - Soojun
FanficDonde Soobin es el capitán del equipo de natación, y Yeonjun el bonito chico de pelo rosa del que está enamorado. O, donde Soobin deja notas de color rosa entre los útiles escolares de Yeonjun, hablando de lo bonito que éste le parece. •Adaptación (...