Capítulo cuatro

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Leandro

Estoy sentando en la sala de conferencias, aburrido, abrumado, y con ganas de salir de aquí. Veo a la gente hablar sobre estrategias y sobre cómo quieren "hundir" a un apellido muy conocido en varios países.

-Y por eso es que ocupamos que Leandro esté presente- me menciona Celine, pero no sé de qué están hablando.

-¿Qué?

Mi padre rueda los ojos con mi respuesta, claramente enojado de que no esté prestando atención.

-¿No estás escuchando nada?

-Es que no me importa de lo que están hablando.

-Aunque no te importe es tu empresa y tienes que aportar.

-¿Perdón?-rió sarcásticamente-. Eres tú el que quiere hundir a...no se como mierda se llaman, pero si fuera una cosa que yo ideé, en ese caso sí aportaría.

Se enoja con mi respuesta.

-Lárgate.

Enojado me levanto de la silla y me voy de ahí.

Mi padre y yo no tenemos una relación buena, desde chico, cuando mi madre decidió divorciarse de él nunca o por lo que recuerdo trato de que hiciéramos una buena conexión o que incluso jugara conmigo, simplemente se iba. En mi adolescencia fue igual, solo que en ese momento me buscaba más, pero no le hacía caso y hasta el día de hoy tratamos de ignorarnos mutuamente.

Desde hace días está planeando hacerle algo al famoso apellido "Balmont", realmente no me interesa y en lugar de quedarme ahí esperando a que salgan me voy a mi pent-house.

Salgo con las llaves de mi carro en las manos y sonrió cuando veo el lujoso Mercedes-benz AMG vision gran turismo que tengo, diría que me siento mal por tener tanto dinero, pero la verdad es que estaría mintiendo. Hace años mi padre ha sido conocido e ha ido triunfando en varias cosas; cuando crecí me dejo a cargo de todo y se escuchara mal, pero mi padre ya no era bueno en las nuevas generaciones entonces empecé a hacer marketing, entre otras cosas y nos hice más ricos. Actualmente somos el primer apellido más conocido en moda,aunque ese puesto cada vez va más abajo dejándonos en segundo lugar.

Cuando abro la puerta del pent-house me recibe Olivia, la persona que limpia.

-Buenas tardes señor Stravo- saluda con una sonrisa.

No le respondo y simplemente asiento con la cabeza en respuesta.

Voy hacia mi cuarto, camino hacia el closet agarrando una camiseta negra, jeans del mismo color y unos zapatos. 

No me importa que mi padre me regañe, pero el día de hoy me apetece ir a un sitio en el cual me pueda relajar y tomar. Tomo un baño rápido, me arreglo y lo único que pongo de mas es un reloj e unos anillos.

Me fijo en la hora y noto que ya es noche, cierro la puerta y voy nuevamente al estacionamiento, manejo con un brazo mientras que con el otro fumó, no tardó tanto en llegar al lugar, tal vez sea porque queda cerca o tal vez porque manejo muy rápido.

Veo el letrero del lugar.

"Hart" , un nombre original. Bajó del vehículo, cuando estoy por cerrar la puerta veo de espaldas a una mujer también llegando, intento verle la cara pero no me da la oportunidad así que la ignoro. Me relajo cuando la música inunda mis oídos, enciendo otro cigarro y pido un whisky.

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⏰ Última actualización: Mar 03 ⏰

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