Capítulo uno

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Alessandra

-¡Señorita Balmont!

Pongo una mueca y me tapo con las sábanas.

-¡Señorita!

Como joden y no son ni las 10 de la mañana.

Tomo aire, me quito la sabana de la cabeza con hastío y voy rápidamente al baño a lavarme los dientes y ponerme una sudadera antes de abrir la puerta de mi cuarto.

-¿Sí?- Respondo con una cara de "dejame dormir y deja de molestarme".

A ver... Tengo motivos para tener esa cara y el motivo es que ayer fui a tomar algunos tragos en un bar cerca de donde vivo y termine con más de los necesarios y su resultado fue: un dolor de cabeza a la mañana siguiente.

-Hay alguien en la puerta e insiste en verla- Me dice Graciela, la que me ayuda en mi apartamento con una gran sonrisa.

¿Quién sonríe tan temprano?, pienso para mí.

Pongo una mueca y me dirijo a la puerta, antes de abrirla me veo en el espejo que está a lado de la puerta a ver si estoy "presentable" (mi definición de presentable en la mañana es ver si no estoy tan despeinada).

Cuando abro, veo a una señora con ojos negros en la puerta, pelo negro y con pocas canas... Ah y con una expresión enojada la cual parece que está a punto de explotar.

-Hola, mamá- La saludó y me preparo para la bronca que se me viene.

-¿¡Eso es lo único que me dices!?- Empieza gritándome y me hago un lado para dejarla pasar implorando paciencia.

-Mamá...es muy temprano- Digo tratando de que no me dé más dolor de cabeza del que ya traigo.

-¡Oh perdóname!...¿qué quieres?, ¿un té?, ¿unos besitos?- Comenta irónicamente cerrando la puerta.

Volteo a verla con cara de cansancio.

-¿Para qué viniste?- Preguntó agarrando de la mesa de mi cocina el café que siempre me deja Graciela. 

-Vine para que me expliques esto.- Me responde poniéndome un periódico delante de mi cara cuando me giro.

Me hago un poco atrás, ya que la hoja literalmente está en frente de mi cara. Cuando ya estoy lo suficiente lejos, apenas leo la primera palabra y esta mi maravilloso nombre acompañada con mi cara.

-Bonito nombre- Exclamó sarcásticamente tomando un sorbo de mi café. 

-Trágate tu sarcasmo y léelo.

Me lo da y no me queda de otra que agarrar el periódico.

¡NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA!

... Se le ve a Alessandra Balmont en la casa del grande empresario Gabriel Russo, ubicada en Miami.

Habrá sido, ¿Una noche de fiesta?...o...¿una noche de pasión?

La "pareja", parece que se pasaron de tragos y hacen el sin respeto en frente de todo el mundo.

Abajo de la noticia hay una imagen mía y de Gabriel, censurando... bueno eso.

Cuando termino de leerlo levantó la cabeza y le digo a mi madre:

-¿Quién mierda le dice "el sin respeto" en pleno año?

Parece que hice el comentario incorrecto, ya que mi madre me mira más enojada y bufa.

-¡Alessandra!, ¡ese no es el tema, el tema es que te expusiste de esa forma!- Me grita.

-¿Y qué hacen viendo?

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