De sol y narcisos (Félix X Stray kids)

Capítulo 20: Corazones Valientes

Sé valiente , le dijo la madre a su hijo. Ojos esperanzados le devolvieron la mirada, una sonrisa cegadora como el sol. El niño se acurrucó en sus brazos. Lo haré, mamá , prometió, feliz e inmaculado del mundo.

Su pequeño y valiente guerrero.

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Algo estaba pasando, algo extraño entre él y Félix.

Probablemente esa era una forma extraña de decirlo, pero a Hyunjin no se le ocurrió una mejor manera de describirlo. No tenía idea de lo que estaba pasando .

Sabía que Félix a menudo sufría pesadillas.

Lo que a Hyunjin le resultó desconcertante fue que, últimamente, conciliar el sueño también se había vuelto cada vez más difícil para él. Algunas noches, se quedaba despierto con algo revolviéndose en lo más profundo de él, como si algo malo fuera a pasar. Y luego, de alguna manera, se encontraría en el patio que no estaba tan vacío como debería estar, porque Félix estaría allí.

A veces se había calmado, su respiración volvía a un ritmo constante y sus ojos carecían de emociones; otras veces todavía estaba en medio de eso, de miedo y terror.

Nunca hablaron, en realidad no.

Félix nunca explicó y Hyunjin nunca preguntó.

Los días que no tenía malos sentimientos, de todos modos se encontraba inquieto; casi como si necesitara asegurarse de que el otro estaba bien y no estaba hiperventilando solo en el patio, desmayándose o algo así.

Esos días iba al patio.

Lo encontraría vacío.

Hyunjin no tenía idea de lo que eso significaba. ¿Desarrolló de alguna manera un sexto sentido para Félix y sus pesadillas? ¿Por qué desarrollaría algo tan ridículo cuando ni siquiera son amigos?

Era confuso y ridículo que se lo hubiera guardado para sí mismo, no se lo hubiera contado a nadie.

No es que haya pasado algo entre ellos; ellos simplemente... se cruzaron durante la noche por casualidad, a veces. Quizás no sea tan coincidente ahora que Hyunjin revisaba deliberadamente el patio cada noche después de que todos se habían quedado dormidos. No importaba que el superpoder de detección de pesadillas de Félix hubiera demostrado ser preciso, comprobar el patio se había convertido en su rutina nocturna.

Sólo estaba haciendo esto porque era extraño. Félix era raro. Había un aire de misterio a su alrededor, algo que Hyunjin no podía identificar.

También hacía esto porque era una buena persona. Una persona decente. Un buen samaritano que descubrió que otro ser humano tenía frecuentes terrores nocturnos y, naturalmente, estaba preocupado por ello, porque dicho humano era su invitado, ¿no?

Sí, Hyunjin simplemente estaba siendo un buen anfitrión.

Esas corazonadas y malos sentimientos que había estado teniendo probablemente eran sólo coincidencias. Vienen y perturban sus noches coincidentemente cuando Félix también está teniendo una noche no tan buena.

Hyunjin también estaba haciendo esto porque odiaba las pesadillas.

Solía ​​tener muchos de esos cuando era más joven. A veces surgían de la nada, pero cuando estaba enfermo, eran su compañía constante. Si bien ahora ocurrían con menos frecuencia, todavía lo perseguían en ocasiones.

Sus pesadillas variaban, a veces ni siquiera podía recordarlas, las que recordaba siempre eran tonterías, pero había un sueño recurrente. Casualmente era el que Hyunjin más odiaba, porque era el que lo aterrorizaba más que cualquier otra cosa.