RoierCaminaba por las calles de la gran ciudad, necesitaba tomar aire fresco y despejar mi mente de toda la mierda que ha ocurrido recientemente. Me había comportado como un patán con mis colegas que después de todo son mis amigos, pero no podía dejar pasar su irresponsabilidad, tendré que ponerles más manos firmes para que los demás no piensen que tengo preferencias.
Escuche un gran estruendo a mi izquierda, alcé la vista y noté que estaban asaltando la tienda de Don Julio. Corrí para detener el robo y ver si estaba todo bien.
Los delincuentes al notar mi presencia, sacaron sus cuchillos, mala idea. Se abalanzaron hacía mi y los esquive con un movimiento rápido, uno se giró y trató de hacer un corte en mi estómago, di un paso hacia atrás y agarré su brazo, lo acerque hacia mi y le di un golpe en su cuello. Retrocedió tocando su pecho y tratando de recuperar el aire.
Su compañero apareció por mis espaldas, no me di cuenta y me hizo un pequeño corte en el brazo. Alce mi guardia y con una patada tire lejos su cuchillo, se dio vuelta para recuperar su navaja pero yo fui más rápido, lo agarré de su poleron y lo tiré al suelo con todas mis fuerzas, me subí encima de él y le di un golpe en el rostro que casi lo llega a noquear. Me levanté a ver si Don julio se encontraba en buen estado.
Los tipos aprovecharon para escapar de la escena, les grité que eran unos cobardes de mierda, ojalá me hayan escuchado. Suspiré y entré a la tienda con mis manos en los bolsillos, noté que no habían alcanzado a robar nada ya que el bolso con dinero se encontraba en el piso, preferí no tocar nada para no dejar huellas. Camine hacia el cajero para ver a Don julio pise algunos pedazos de vidrio cuando llegué al cajero, el caballero estaba sentado tocando eufóricamente su pelo, estaba pálido, me acerque a él y traté de tranquilizarlo, las sirena de la policía se empezaban a escuchar muy cerca, no me importo.
Después de unos minutos la policía entró a la tienda con pistola en mano, me apuntaban. Levanté mis brazos en forma de derrota, Don Julio trató de decirles que yo era inocente pero no lo tomaron en cuenta.
- ¡Él es inocente! - Dijo el caballero acercándose a los oficiales que me esposaban.
- Caballero por favor, déjenos hacer nuestro trabajo - El oficial le dio un pequeño empujón a Don julio y me encaminaron a una patrulla. Antes de salir me giré hacia Don julio y le dí una calida sonrisa para que se quedará tranquilo.
Me sentaron en la parte trasera del auto y se subieron a la patrulla, manejaban a un ritmo muy lento para mi gusto. Algo que llamó mi atención fue que no eran los mismos oficiales de siempre.
- ¿Dónde está, Etoiles? - Me acerque a la reja que nos dividía para analizarlos más detalladamente.
- No es de tu incumbencia - Respondió el oficial que iba al volante. Vestía un traje negro y su placa colgaba de su cuello en forma de collar. Su pelo era castaño claro y tenía un mechón blanco ¿Y estos quienes eran?
- ¿Me llevan a la estación de Philza? - El copiloto me dio una mirada rara de arriba hacia abajo. Me analizaba - Te gusto o porque me miras tanto - Ya me estaba comenzando a incomodar. El copiloto rio y el hombre de traje negro le dio una mirada amenzante.
- ¿Conoces al capitán? - Me pregunta ignorando las miradas de su compañero. Su pelo era rubio y muy largo, lo tenía amarrado con una trenza. Debia de ocupar muchos productos en el para tenerlo tan largo y sedoso.
- Todos lo conocen - Respondí con frialdad. El oficial me dio una última mirada y se giró para mirar al frente, no le gusto mi tono de voz creo. Tenían un acento muy peculiar, estaba mas que claro que no eran de aqui, mas tarde les pediria a los chicos que los investiguen.
Llegamos a la estación mas rapido de lo que creí, el de traje negro me abrio la puerta y me hizo bajar a empujones del auto, lo mire con mi peor cara, me tomo del brazo fuertemente como si me fuera a escapar. En el camino salude a algunos oficiales, ellos me devolvían amistosamente el saludo, los oficiales de asentó peculiar miraron confundidos a sus colegas y me causo mucha gracia.
Entre a una sala de interrogación, me dejaron sentado y salieron, pasaron unos minutos hasta que la puerta fue abierta dejando ver al capitan acompañado por los oficiales de hace un rato. Me pare e hice un saludo de militar en forma de burla, no se lo tomaron muy bien. Di un suspiro de cansancio y me deje caer en la silla.
- Philza, le puedes decir a estos estupidos - Los apunte con mis manos esposadas - Que me dejen ir, tengo cosas importantes que atender - El de mechon blanco solto una pequeña risa - De que te ries pendejo - Ya me estaba parando para hacerle frente al estupido ese cuando Philza coloco una mano en mi hombro y me volvio a sentar.
- Es el protocolo, Roier - Se hizo a un lado y dejo pasar al de pelo castaño. este se sento al frente mio para interrogarme.
- ¿Que hacias en la tienda? - Me pregunto, tire mi cabeza hacia atras y pasé mis manos por mi rostro y volví a mirarlo.
- Ponte pilas y anota - Philza le pido al otro oficial retirarse de la sala - Escuche un ruido en la tienda de Don julio y fui a ver que onda, ahí se encontraban dos tipos con capuchas blancas y unas máscaras que tapaba solo sus ojos, al verme me atacaron y yo me defendi, salieron corriendo como gallinas y me adentre a ver cómo se encontraba Don julio, es un buen amigo mio - Agregue.
El oficial no parecia muy convecido con mi declaración, mire a Philza para que me soltara pero este hizo un movimiento con su cabeza en forma de negación.
- ¿Que hacías a esas horas? -
- Sali a caminar como lo hace la gente normal, ¿Ahora no se puede? - Me acerque hacia el, ni se inmuto.
- Necesitare su declaración por escrito - Se levantó y se acercó a una mesa tomando una caperte y me la entrego. Levante mis manos para que me quitara las esposas pero se me quedo viendo raro.
- ¿Quieres que escriba con el pene? - Miro al capitan y después a mi, se acerco y me saco las esposas, con cuidado toque mis muñecas dado que estuve mucho tiempo con ellas.
Escribi lo mas rápido posible para poder retirarme. El capitan y el otro wey no despegaban la vista a todo mis movimientos, le di una mirada divertida a Philza y deje de escribir, me levante para retirarme pero alguien agarro mi brazo, me gire y ahi estaba el ofial mirandome con mala cara.
- ¿Quieres un besito de despedida? - Me acerque coquetamente hacia el pero Philza me llamo la atención y rodie los ojos.
- Tienes que firmarlo - Me entrego bruscamente la carpeta, lo fulime con la mirada y firme la estupida carpeta.
Sali de la habitación y ahi me encontré con Etoiles. Me acerque a saludarlo, nos dimos un apretón de manos y me preguntó que habia hecho para estar en la estación. Le expliqué que me vi involucrado en un robo, le recalque que no habia sido yo el ladron si no el salvador, el rio y me llamo batman yo le segui el chiste de que el era superman.
Antes de retirarme del establecimiento le pregunte por los nuevos oficiales.
- Cellbit y Forever son los nuevos detectives, llegaron hace una semana - Enarque una ceja en forma de confusion.
- ¿Y los otros detectives? - Etoiles dio un vistazo a su alrededor y se acerco a mi oido.
- Los secuestraron - Me susurro. Me dio un escalofrío por el cuerpo - No digas nada, Roier -
- No saldra de mi boca - Menti, se los contaria a los chicos. Me despedi de mi amigo y sali de la estación.
Senti una mirada a mis espaldas, saque mi teléfono para ver por el reflejo. Cellbit me acechaba con la mirada, rei y le levante el dedo del medio y camine entre la gente.
Holaaaa, como dije empece mi nueva historia.
Se podria decir que este capítulo es una introducción a lo que llegara a acontecer en la historia.
Espero que disfruten leer esta historia, cuidense y no se olviden de tomar awita.
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criminals #guapoduo
FanfictionRoier es el lider de una pandilla muy reconocida en la cuidad. Cellbit es un detective brasileño que llegara para investigar unos casos, cosa que perturba a la pandilla de azabache. Sus caminos se encontraran en no muy buenas circunstancias Se shi...