Capitulo 6

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Roier


– ¡Cellbit! – Grité a todo pulmón y corrí rápidamente a donde se encontraba el castaño.

La idea del policía había sido todo un éxito, algunos de los pendejos de blanco se estaban quemando y otros salieron huyendo, Le grite a Rivers para que se llevara algunos chicos y los persiguiera.

Había mucho humo que nublaba mi vista, la sirenas de los policías se escuchaban cada vez más cerca, teníamos que salir rápidamente de aquí. Cellbit estaba alrededor de algunas llamas de fuego, pase con cuidado tratando de no quemarme.

– Despiértate wey – Me arrodille y hacia Cellbit y comencé a moverlo, con algo de miedo me acerque a su pecho y coloque mi oído en él, escuchar su corazón latir me saco un gran suspiro de alivio.

– ¡Roier, tenemos que ir nos! –  Spreen me agarró de los hombros y trato de alejarme del oficial, con furia me solté y me quedé quieto observandolo.

– No podemos irnos sin Cellbit –

– Que mierda te importa el, que se joda el pelotudo – Volvió a tratar de agarrarme pero me alejé.

– Este pelotudo nos salvó la vida, no me gusta tener que deberle favores a la gente – Me arremangue las mangas de mi polera y le di una cachetada en la cara a Cellbit, no hubo reacción y le di otra con más fuerza. Spreen no se movió de mi lado, cerré mi mano en forma de puño y recolecte todas mis fuerzas y la dirigí a su rostro.

– ¿Roier? – Antes de poder golpearlo Cellbit abrió los ojos y me detuvo, no puedo creer que estuviera feliz de ver a este wey despierto.

– Tenemos que irnos en verguiza Cellbit, parate wey – lo ayude a levantarse y coloque su brazo alrededor de mi hombro para que pudiera apoyarse en mi.

– Mis amigos – Se detuvo y trató de darse vuelta en dirección al bar.

– No te preocupes, Tubbo se encargará de eso – Con cuidado pase mi brazo por su cintura y lo redirigir al frente.

Caminamos por las calles traseras del bar, Cellbit cojeaba y nos estaba retrasando, estaba tratando de llegar a la casa de Aldo ya que era lo más cercano que había al bar. Spreen había desaparecido apenas Cellbit abrió los ojos, esperaba que hubiera idos por ayuda porque como estábamos no creo que podremos llegar muy lejos

– ¿Se escaparon? – Escupió Cellbit, se veía de la perrisima, tenía una herida de bala en su hombro, algunas quemaduras en su pierna y pequeños cortes en su rostro.

– Algunos –

– Gracias – Tosió fuertemente y me obligó a parar para tratar de ayudarlo, busque algo con la mirada  el que pudiera sentarse y al ver una caja en una pared lo guíe hacia ahí.

– Gracias a ti wey, por ti seguimos vivos y coleando – Lo sientes en la caja y me arrodillé a su altura, coloque mis manos en sus rodillas para poder apoyarme.

– Mi teléfono está en mi bolsillo, necesito que llames a mi hermano Forever – Sonreí, pero no dije nada. Pase mi mano cerca de su pierna hasta llegar a su bolsillo, mi mano hizo contacto con su pierna y mis dedos tocaron un metal helado.

– ¿Quieres que hable yo? –

– Por favor. Dile dónde estamos – Volvió a toser, se llevó su mano a su boca y por unos segundos pude notar gotas de sangre cayendo de ella.

Sostuve su teléfono en mis manos pero no lo encendí, me senté a su lado y con sumo cuidado comencé acariciar su espalda, me sentía algo culpable respecto a su estado si podía hacer algo para aliviar su dolor lo haría, mi manos hacían  pequeños dibujos en forma de círculos y creo que eso lo estaba aliviando porque ya no tosía. Seguí acariciándolo y con mi mano libre encendí el teléfono y busqué el nombre Forever entre sus contactos, apreté el número y espere a que contestaran. 

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