★-> ოíɾαɾԵҽ α lօs օյօs | Nana Osaki × FEMreader

-2 !

ցαԵօs
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¿Sabes Nana? Tu personalidad siempre me recordó a un brownie. Por fuera eres dura y fría, pero en el fondo, eres dulce.

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1-1-1998

Ese día, la alarma de ____ no sonó. Le despertó alguien tocando a la puerta de su casa a las 7:07am.

Despertaste de golpe, agitada. -Agh! ¿Q-que pasó? ¿Que hora e...- El timbre volvió a sonar, no te quedó otra que ir a ver quién era.

No te peinaste ni te vestiste, total no te dió tiempo, ya que al parecer la persona que estaba llamando a la puerta era muy impaciente, el timbre no dejaba de sonar una y otra vez.

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Y si, ahí estaba ella. Tu amiga de cabello oscuro y corto, con ojos marrones y almendrados.

Abriste la puerta. -Hola Nana...- Dijiste cansada

Nana entró a tu pequeña casa sin permiso. -Perdoname. ¿Interrumpí tu sueño?- Dijo mientras agarraba un outfit de tu clóset y te lo lanzaba -Ponte esto, vamos a dar una vuelta-

La ropa no era nada extraño, unos vaqueros campana con una camisa negra de tirantes y una chaqueta de cuero para el frío.

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Después de vestirte y peinarte un poco, te pusiste tu botines, y salieron a pasear.

-¿Que me querías contar?- Preguntaste curiosa. No era común que Nana se presentara así tan de repente en tu casa.

-Solo sígueme- Dijo tu amiga caminando hacia un río cerca del pequeño pueblo donde vivían.

La seguiste, y ella te mostró un pequeño gatito negro que estaba allí, solo.

-Mira, Lo encontré hace unos días. Lamentablemente nadie de la banda tiene el tiempo suficiente para cuidarlo- Te dijo ella

Tu, rápidamente supiste lo que Nana quería -¿Quieres que yo me lo quede?- Preguntaste para confirmar tus sospechas.

Ella te sonrió -La verdad es que sí. ¿Tu puedes?-

-mmmh...- Pensaste por unos segundos -Bueno, ya sabes que yo trabajo de niñera en la casa de mi vecina, podría preguntarle si puedo llevar al gato almenos en los primeros meses, y si me deja, sí.- Respondiste al final. A lo que Nana sonrió

-Que buena amiga eres, no sabes cuanto te quiero.- Dijo antes de dar una risa que te hizo sonreír.

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Ya volvistéis a tu casa. El gato no se había despegado de Nana.

-¿Como lo vas a llamar?- Preguntó ella acariciandólo

-Dejame pensar un poco... ¿Te gusta el nombre "Gummi"?- Respondiste contenta.

Nana sonrió -¿Porque me preguntas a mí? Tu lo vas a cuidar, el gato es tuyo.- Dijo ella mientras le acariciaba detrás de las orejas a Gummi

Reiste -Bueno, tu lo encontraste, también deberías tener opinión sobre esto.-

-Es verdad- Respondió -Soy su segunda mamá. Y sí, me gusta el nombre Gummi-

-Genial, entonces se llamará Gummi- Dijiste con una sonrisa -Tenemos que ir a comprar cosas de gatos para Gummi.-

-Si, vamos- Respondió la pelinegra

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____ y Nana compraron muchas cosas para Gummi. Un platito para la comida con pescaditos pintados, un cuenco azulado para el agua, una caja de arena con el mismo tono de azulado y un poco de blanco, una camita muy blanda, de color rojo-granate además de varias pelotitas y ratones de juguete.

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Al volver a casa, lo acomodaron todo, y estuvieron un rato jugando con Gummi, hasta que vino Ren por ahí de las 4pm.

-Nana, tenemos ensayo con la banda- Dijo aquel.

Nana se acordó y se levantó del suelo enseguida -¡Es verdad! Perdón ____, perdón Gummi, me tengo que ir...-

Reiste -No te preocupes, Nana.-

-Mañana volveré, si Gummi me hecha mucho de menos avisame ¿vale?- Dijo ella con instinto maternal

-Vale, no te preocupes- Dijiste con una sonrisa

Nana se despidió de Gummi y se fué con Ren. Tú estuviste más rato con Gummi, hasta que fué hora de irte a dormir, donde por alguna razón no paraste de pensar en Nana, y en como se había comportado ese día. Te gustaba como se había comportado con Gummi.

Hablando de Gummi, estaba durmiendo en tus piernas.

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