Capítulo 3

29 8 0
                                        

-Entonces... ¿estás despedida?

-No lo sé- Dije encogiéndome de hombros.

-Bueno, no creo que ese sea el caso. El señor Martell podrá ser duro, pero nadie en su sano juicio pensaría que lo que pasó es tu culpa.

-Supongo que tienes razón.

-Claro que la tengo, love... aunque creo que tendremos que compensar a Min de alguna forma, ella se llevó la peor parte de toda esta situación ¿me pregunto cómo estará?

La miré con aire deprimido.

-Hice lo que pude para disminuir el daño, pero no sé si fue suficiente.

-Vamos, no te preocupes tanto. Acompáñame a mi turno, con suerte estará trabajando y tendrás la oportunidad de hablar con ella de nuevo.

- Me pregunto si tus intenciones realmente son esas o sólo quieres que maneje por ti.

-Y que pases por mí también. Me parece justo, después de todo yo fui quién te rescató ayer.

-Ibas a dejar que usara el bus. Pudiste pasar por mí en la mañana, pero ni siquiera te ofreciste a hacerlo. Creo que deberías ser tú quien tome el bus esta noche.

- ¡Oh, vamos, Jimin! Hazlo por todo lo bueno que te pasó ayer. Es más, si accedes a ser mi chofer prometo que te crearé más oportunidades con tu querida mesera. Repíteme ¿cómo dijiste que se veía ayer? ¿Cómo la chica de tus sueños hecha realidad? ¿cómo un ángel caído del cielo para bendición de los inmerecedores seres humanos? ¿sexy en esos pantalones de mezclilla negros, pero increíblemente tierna con los ojos llorosos y un puchero asomando en sus labios? ¿Cómo un cachorrito mirándote y derritiendo tu corazón? ¿Cómo...?

El impacto de su trasero al chocar con el piso hizo que no pudiera terminar la última frase.

-Disculpa, creo que accidentalmente moví tu silla, ¡ups!

-Jimin.... Si serás....

- ¿Decías algo?

-Sí, que seguramente la conquistaste con tu apabullante personalidad, un chocolate, analgésicos gratis y...

-Ok, ok. Sube al auto y vámonos de una vez. Muero por dejarte en ese lugar y librarme de ti por algunas horas.

-Yu Jimin. Tan amable como siempre. ¿Entonces aceptas ser mi chofer? Ese puede ser tu nuevo empleo si quieres, te pagaré con un sillón en el que puedas dormir, tres horas de internet al día y el desayuno.

- ¿Qué se supone que debería hacer con todo lo demás? La comida, la cena y ¿cómo que solo tres horas de internet?

-Bueno, para eso deberás conseguir otro trabajo. ¡Mira! ¡Qué suerte! Encontré una moneda en el asiento.

- ¡Dámela! ¡Es mía!

- ¡Claro que no! Yo la encontré, ahora es de mi propiedad.

-Es mía, es mi dinero de ayer. Yo iba sentada ahí y es lo que me sobró después de hacer el pago. ¡Dámela!

-Quien lo encuentra se lo queda, love, ley de vida.

-Aeri, explícame una vez más ¿por qué sigo viviendo contigo?

-Porque me amas, aunque intentes negarlo.

-Muy bien, puedes quedarte la moneda, la necesitarás para pagar el bus y regresar a casa.

- ¡Jimin!

-Jimin nada, te lo ganaste. Además, ¿Qué es eso de tres horas de internet? al menos me hubieras ofrecido medio día y se supone que eres tú quién me dijo que no tenía que preocuparme por el trabajo. 

DrugstoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora