Capítulo Dos: Llegaron

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El teléfono sonaba en la oreja de Fred

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El teléfono sonaba en la oreja de Fred. "ring, ring" sonaba en un viejo teléfono no cable en un cuarto oscuro, un cuarto oscuro con ese teléfono en el centro.
Nadie contestaba, Fred pensó que fue estúpido pensar que alguien estaría trabajando a esas horas por lo que dejó que el teléfono sonara y sonara hasta que la llamada se terminara automáticamente.
El tiempo pasaba en el autobús y henrrieta seguía acostada en su hombro, el miraba por la ventana mientras el tiempo pasaba en ese largo viaje hacia una ciudad, toma su boleto con ambas manos para verlo de cerca. Iban a una ciudad llamada, no se molestó en leer el nombre, pues el ya sabía a dónde iba aún que no sabía cuánto le faltaba para llegar. - Viejo! Me levantas - Grito sentado en su asiento, el conductor soltó una risa por la energía y confianza del chico y asintió ligeramente con la cabeza luego de escuchar esto.
El ya seguro de que no iba a acabar en un garaje decidió recostar su cabeza en la ventana e intentar dormír.
El cristal estaba helado pero para el eso era más cómodo que su propia almohada, más cómodo que su propia cama y más reconfortante que estar en su hogar, esa sensación mágica para el, tan cálida y reconfortante pese a su dura frialdad. Se quedó dormido a los pocos segundos de apoyar la cabeza en la ventana, ambos dormidos en rumbo a lo desconocido, una travesía con un final desconocido.

El tiempo pasaba en el interior del autobús, una vibra peculiar se sentía en el... O bueno, en esa burbuja de familiaridad que se generaban mutuamente los jovenes, Pronto se hicieron las 6 de la mañana dentro del bus, fue un viaje duro y cansado para ambos pero por fin habían llegado a su destino, una ciudad grande llena de vida y zonas verdes. Incomparable al pequeño pueblo en el que ambos vivían.

Al llegar el viejo conductor comenzó a toser un par de veces para aclararse la voz. - Cof* cof*... Levantaos, habéis llegado - una voz serena y cansada, había estado manejando toda la noche así que eso era algo lógico.
La primera en despertar fue Henrrieta. No parecía adormecida, todo lo contrario, ella despertó totalmente lucida, carecía de lagañas y demás cosas típicas de alguien recién despertado.
Al despertar y ver a su compañero dormido plácidamente con su cabeza recostada sobre la fría ventana su primer impulso fue reir un poco de el, sin embargo tuvo una mejor idea. Saco su móvil del bolsillo de su gran Hoddy miel. "Click" y un fuerte flash fue lo último que sintió Fred antes de despertar de golpe por la luz golpeando sus ojos.
- Buah... Que paso? Llegamos? - el sonido causa que su compañera asienta con la cabeza mientras guarda disimuladamente el teléfono en el mismo bolsillo.

El, ya se estaba levantando de la silla tomándola a ella de la mano para luego despedirse del conductor con un movimiento de mano, el viejo sonrio mientras los dejaba en la parada.
Un Parque enorme y verde, vacío por la hora pero alumbrado con los brillos del alba, en el centro del parque. Una gran iglesia que aparentaba estar bendecida, pues en el alba el sol se posaba justo detrás de ella. Un recordatorio rápido de su visión le vino a Fred a la cabeza, aún que no cree en la divinidad le pareció curioso sentir ese sentimiento 2 veces, había algo de tiempo antes de que se abrieran los trámites en "Glacial" no tenian ambos nada que hacer así que decidieron caminar por la ciudad, fue una decisión sin plática, ambos tuvieron la misma idea y eso fue lo que ocurrir

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⏰ Última actualización: Nov 17, 2023 ⏰

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