Te estoy perdiendo. Porque cada día que pasa te alejas más y más. Porque ya no puedo darte la mano. Y te hecho de menos.
Sé que sufres. Porque tus mirada ha perdido su brillo característico.Porque te veo.
Cada día, cuando salimos a la calle, te veo. Te veo correr hacia ese banco donde siempre te esperaba con un libro abierto. Y toda esa ilusión que tienes...desaparece en un instante. Te derrumbas, y tú sufrimiento se convierte en mío.
Y aun así te pierdo, te desvaneces. Eres como un fantasma atrapado en el mundo de los vivos, sabes que tú sitio no es ese.
Sé que le hechas de menos, que aunque de tu boca sonriente salgan simples "bien", tu interior está gritando. Y sigues sufriendo.
Cada mediodía, cuando llegas a casa abres la puerta esperando volver a verle, porque tú solo quieres eso, que vuelva.
Quieres ver sus ojos miel, sus gafas de científico loco. Quieres que te vuelva a sonreír, que te haga reír. Porque le quieres. Así que avanzas al salón, y le miras. Allí sentado en su sillón parece un ángel. Tu corres hacia él. Quieres tirarte en sus brazos, esos que cuando eras pequeña te hacían volar, esos que te abrazaban cuando más lo necesitabas, esos que te ayudaron a caminar,...
Y cuando llegas, pensando que al fin has despertado...Aire. Aire por todos lados.
Y sufres. Porque le hechas de menos, porque él ya no volverá a estar para ti. Y te preguntas porqué, porqué a ti y no a otro.
Tu fantasma siempre te acompaña. Porque te quiere. Porque le querías. Le querías de una forma especial, de la forma en la que un niño quiere a su padre. Le querías con locura, y sabes que nunca se lo dijiste.Pero sabes algo, él lo sabía.
Ahora yo soy quien ve fantasmas, porque cada tarde os veo juntos. Y quiero gritar, elevar la voz, y saber hablar. Quiero que salgan todas esas palabras que se pudren en mi garganta. Quiero que sepas que me tienes para ti. Que ahora sé lo que es perder a alguien que quieres con locura, porque te he perdido.
Pero yo sé que volverás. Y te daré la mano tantas veces como sea necesario. Y superaremos las cosas juntas, como hemos hecho siempre. Lo sé. Y lo sé porque te quiero.🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤
He aquí mi segundo relato oscuro. Una historia que ya lleva tiempo rondando en mi cabeza.
Y que al fin he podido escribir.
Una historia que surgió cuando alguien subestimó el dolor de otro. Y que se inspira en esa persona especial inexistente que, durante mi época de sufrimiento, deseé que estuviera para mi.
Ahora solo quiero decir que si alguno está pasándolo mal, puede contar conmigo para lo que sea.
Espero que os haya gustado el relato:)
ESTÁS LEYENDO
La oscura verdad
Randomuna serie de relatos cortos para reflexionar sobre el mundo que nos rodea. Y en especial sobre todas las dudas que atormentan a una adolescente cualquiera.