#06.

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〔 Tuve la desdicha de amar a alguien inhumano, tuve la desdicha de dejarme engañar por sus brazos afectuosos.〕
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➺ Takemichi Hanagaki.
  
 

El cenizo no recordaba haber llegado al lugar, Takemichi seguía confundido con su entorno.

Algo raro había pasado, recordaba haber perdido la consciencia al haber estado bailando en la pista del baile del bar de Shinichiro pero no entendía nada.

Todo era confuso y la sala de aspecto blanco no era precisamente un lugar muy confortable.

Estaba rodeado por paredes blancas que ascendían hacia un techo elevado, recostado sobre un mullido camastro y nada más que eso.

Se paró sobre sus pies y trató de divisar algo nuevo, pudo notar que una cámara lo observaba desde la esquina del cuarto, no había puerta.
Parecía el fondo de una caja de zapatos.
Se sentía abrumado.

— ¿Hay alguien? — Preguntó al aire como si sus preguntas fuesen a ser respondidas, lo habían secuestrado y drogado. Sintió una fuerte punzada en su cabeza.

Se llevó las manos al cráneo al sentir un repentino desmayo.

— Maldita sea, que mierda. — Se quejó al no poder observar bien sus brazos, su vista se había tornado borrosa, haciendo que todo a su alrededor desapareciese.

Prontamente se encontró a si mismo en el interior de una casa de estilo Victoriano, largos pasillos del mismo tono desteñido de la madera del suelo.

— ¿Dónde demonios estoy? — Comenzaba a asustarse al no poder ubicar un lugar seguro, camino a grandes zancadas subiendo por las escaleras pero tan pronto como estaba por pisar el último tramo de escalón a la siguiente planta, se encontró a si mismo cayendo por una rampa, los escalones se habían convertido en un suelo resbaladizo que lo hizo descender hacia el gélido piso, volviendo a regresar al punto de inicio.

— Joder. — Observó a sus alrededores, vió una palanca de extrañas formas serpenteantes al final del extremo de uno de los candelabros.

Takemichi volvió a centrar su atención en el lugar, debía salir de ahí.
Él no era estúpido, sabría como hacerlo.

Desvió su atención hacia su posible salida.
Buscó algo que no encajara con el lugar, esa vieja casa le daba muy mala espina.
Pero había caído en la conclusión de que se trataba de un sueño u alguna cosa extraña, recordaba haber estado con Shinichiro y después desaparecer misteriosamente.

Algo muy extraño en realidad.

¿Si se pellizcara regresaría?

Probó a hacerlo, chilló al hacerlo.

— Maldita sea, no sirvió de nada. — Mantuvo sus constantes vitales en estado de relajación, aspirando y expirando. Necesitaba calmarse si quería salir de allí sano y salvo.

— ¿Y sí solo debo de resolver este puzzle? — Trató de divisar alguna cosa, pudo notar como había un pequeño bulo, lo tomó y se encaminó hacia la puerta de salida, forzó la vieja madera hasta que se oyó un sonido chirriante, estaba cediendo.

¡Crash!

El cenizo sonrió y volvió a forzar la madera hasta que finalmente se abrió, dándole paso a un jardín en extrañas condiciones.

Se apreciaba que hacia tiempo no lo cuidaban, la vegetación estaba muerta. Un viejo árbol imponente lo observaba con aspecto tétrico.

— Esto parece un maldita película de terror. — Bufó y se echó a caminar hacia el viejo roble, cuando llegó pudo divisar un hueco entre las ramas.

𝐏𝐒𝐘𝐂𝐇𝐄𝐃𝐄𝐋𝐈𝐂 𝐋𝐎𝐕𝐄. | 𝑇𝑜𝑘𝑦𝑜 𝑅𝑒𝑣𝑒𝑛𝑔𝑒𝑟𝑠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora