la esclava aliada

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En el campo abierto se encontraba Edgar, quien seguía golpeando muchas veces a los monstruos globos sin parar hasta reventarlos. Recordando la traición y el sufrimiento que tuvo que soportar a lo largo de su vida, la cual consumiría de ira. Mientras tanto, la lluvia intensa cubría al brawler, llegando así al nivel 2

Pasaron unos minutos y Edgar se sentó bajo la sombra de un árbol, exhausto después de recolectar todas las pieles

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Pasaron unos minutos y Edgar se sentó bajo la sombra de un árbol, exhausto después de recolectar todas las pieles. Miró sus estadísticas y se sintió frustrado

Edgar: maldición, solo llegué al nivel 2. Nunca llegaré al nivel suficiente para enfrentar las olas de Calamidad

El brawler estaba un poco enojado, pero luego su estómago rugió, recordándole el duro trabajo que había hecho durante toda la noche para acabar con los globos monstruos

Edgar: genial, ahora tengo demasiada hambre. Espero que estas pieles me den algo de dinero.- dijo suspiró

Se levantó y recogió el resto de las pieles, dirigiéndose directamente al reino de Melromarc. Llegó a un puesto donde un cliente vendía algunas pieles al vendedor, quien le dio dos monedas de cobre. El cliente se marchó, pero al ver a Edgar, salió corriendo. A Edgar no le importó y puso las pieles en el mostrador, un total de 40 pieles

Edgar: disculpa, ¿cuánto sería por estas pieles?

Vendedor: pero qué tenemos aquí, son 40 pieles de globos naranjas. Creo que te daré unos 2 monedas de cobre

Edgar: ¿Solo dos monedas de cobre?- dijo enojado- pero si le diste al cliente anterior lo mismo por dos monedas de cobre

Vendedor: ¿Lo hice? Lo lamento, esto es un negocio y yo decido los precios

Edgar: ya veo, entonces lo haremos a mi manera

El chico agarró al vendedor de la camisa, levantando su puño con la bufanda.

Edgar: si no me das el precio justo, te romperé toda la cara.- dijo enfadado

Vendedor: está bien, te daré unas 10 monedas de cobre.- dijo asustado

Edgar: esto me bastará por ahora- dijo soltando al vendedor- una cosa más, quiero que te asegures de expandir los rumores sobre mí. Si intentan estafarme o engañarme, sufrirán un destino doloroso.

Vendedor: de... de acuerdo, pero prefiero no tener nada que ver contigo

Así, Edgar se retiró del lugar y siguió su camino. Luego se detuvo al ver un puesto lleno de plantas, donde pensó por un momento y se le ocurrió una idea para ganar más dinero. Antes de eso, decidió ir a la herrería de Erhard para devolverle el cambio por la ropa que le había dado ayer, para evitar problemas con la gente del reino. Sin embargo, al llegar a la herrería, Erhard no estaba allí. Edgar decidió dejar 5 monedas de cobre en la mesa y se marchó, dirigiéndose de vuelta al campo abierto.

Edgar pasó varios días recorriendo el bosque, ganando mucha experiencia y derrotando algunos monstruos en el camino. Repentinamente, vio unas plantas que eran las mismas que había visto en aquel puesto. Se acercó y las tomó, combinándolas con su escudo desbloqueado nuevas funciones y habilidades. Se sorprendió al darse cuenta de que podía cambiar de escudo y conservar las habilidades anteriores

Edgar el brawler del escudo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora