Edgar el brawler del escudo

el brawler VS la lanza

Unas horas después, en el castillo de Melromarc, estaban festejando un festín donde el Rey había organizado una fiesta en el salón real para celebrar la victoria de los héroes al derrotar de las olas de calamidad exitosamente. Se encontraban muchos nobles, aventureros que acompañan a los héroes, y también los caballeros que habían luchado valientemente contra las olas. En ese momento, el Rey daría un brindis a todos

Rey Melromarc: ¡Hicieron un buen trabajo, héroes! Quiero que esta noche celebremos y se diviertan

Así, todos brindaron con rostros llenos de orgullo y comenzaron a disfrutar del festín que ofrecía una gran variedad de comida deliciosa. Mientras tanto, mujeres tocaban música relajante y los nobles elogiaban a los 3 héroes, sin contar a alguien que estaba en otro lado de la sala, un poco alejado del resto. Era Edgar, quien estaba sentado en el borde de la ventana, mirando al pueblo y a la vez algo pensativo que entonces escuchaba los halagos hacia los héroes, que eran descritos como estupendos, grandiosos y excelentes. En ese momento, Edgar observó a un sujeto, quien era el líder de los caballeros, presumiendo ante unas doncellas sobre haber peleado valientemente contra un monstruo gigante, mintiendo para ganar fama. Al ver eso, el chico frunció el ceño

Edgar: ese tipo es un fanfarrón, ni siquiera ha hecho nada contra esas olas

Mientras tanto, Motoyasu era elogiado por unas doncellas muy bellas, quienes decían lo siguiente

Doncella 1: es un honor conocerlo, héroe de la lanza

Doncella 2: ¿Su corazón ya le pertenece a alguien?

Motoyasu: todavía no, yo...

No pudo terminar de hablar, ya que fue interrumpido por Myne, quien dijo

Myne: el héroe de la lanza se encuentra cansado

A la par de ellos pasaría alguien entre la gente. Era Raphtalia, quien estaba llevando una bebida al brawler, donde Motoyasu al verla decidiría ir a hablar con ella. Sin embargo, sería detenido por Myne, quien susurraría algo en el oído del peli-rrubio, mientras con Raphtalia se encontraba cerca de Edgar

Raphtalia: amo Edgar, ¿no piensa disfrutar la fiesta? Hay mucha comida muy rica

Edgar: no, gracias. No tengo ganas de comer. Si tienes hambre, adelante, no hay problema

Raphtalia: vamos, por lo menos prueba uno.- dijo insistiendo

Edgar: lo siento, no tengo mucha hambre.- dijo volviendo a ver por la ventana

La cara de Raphtalia se desconcertó por lo que dijo su amo y se iría del sitio donde Edgar estaba viendo sus estadísticas. En ese momento, se dio cuenta de que podía transportar personas de la ola de calamidad, donde el joven diría en su mente

Edgar: (si tan solo hubiera sabido antes...)

Pero entonces, Raphtalia regresó viendo que traía un trozo de pastel

Raphtalia: te traje un poco de pastel, quiero que pruebes un poco

Edgar: te dije que no tengo ham...

Raphtalia: no puedes quedarte así sin comer nada, vamos, come un poco.- dijo acercando una porción de pastel con un tenedor

Edgar: está bien, solo esta vez

Sin más, el chico probó el pastel que le dio la chica. A lo cual Raphtalia se alegraría. Pero entonces alguien tiraría un guante a los pies de Edgar, dejándolo confundido. Al ver quién arrojó el guante, era Motoyasu, que parecía tener un gesto enojado hacia el brawler, dejando a Edgar sin entender lo que estaba ocurriendo

otoyasu: te reto a desafiarte, Edgar

Edgar: ¿Qué?

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