El día que la vida me encontró

Vacío

Dani se estaba preparando enfrente del espejo para ir al instituto,se peinó su media melena, la cual estaba muy de moda, se lavó la cara, se miró al espejo y soltó un: "cada día más guapo", se guiñó el ojo y se fue a esperar el autobús del recorrido que le llevaría a clase.
Se subió al autobús y se sentó con su mejor amigo Diego, con el que llevaba desde infantil juntos. Saludó a sus demás compañeros y se quedó un rato embobado mirando a las chicas de su clase.
Empezaron las clases y lo único que quería era que llegase el recreo. Se aburría mucho en clase cuando tocaba teoría pero cuando tenía física y química o matemáticas se despejaba un poco porque tenía que pensar y eso le gustaba más. No tenía muy claro lo que quería ser de mayor ,solo que seguiría en Ciencias porque Humanidades le parecía muy aburrido y en Artes era un tanto pésimo.
Llegó el recreo y se puso a jugar al fútbol en el que era especialmente bueno y lo daba todo. Se quitaba la camisa para llamar la atención de las chicas para luego cautivarlas con sus ojos medio verdes, medio azules que tenía.
Otra vez a clase y ya lo único que esperaba era que fuese otra vez recreo y luego de dos horas irse a casa.
Llegaba a casa y comía lo que su nana le preparaba, era un nombre un poco infantil pero ella le cuidaba desde pequeño y le tenía mucho cariño, era como su segunda madre.
Después se echaba un rato en el sofá a ver la tele y hacía los deberes. Luego se iba a entrenar, o a la academia de alemán o simplemente salía con los del barrio.
Volvía antes de cenar y jugaba un rato con su hermana pequeña de 7 años Raquel, la cual quería y protegía mucho.
Cenaban, se duchaba y se iba a dormir. Y mientras se dormía pensaba en lo que quería soñar esa noche, se acordaba de la que liaron los de su clase con el tipex, o a veces pensaba en la chica que le gustaba por encima de todas, Laura, no hablaba mucho con ella porque era tímida pero había algo en ella que le atraía y le gustaba.
Finalmente se dormía pero sentía algo dentro de él, como una especie de vacío, era feliz con lo que tenía pero tenía la sensación de que algo le faltaba y no sabía que era.