Un comienzo diferente

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PRÓLOGO

Empieza un hermoso amanecer en un pueblo. Al entrar los rayos del sol por las ventanas, despiertan las personas que en conjunto maldicen al sol.

Se ve (lee) como un niño albino empieza a despertar, quien al abrir los ojos se nota que estos eran rojos.

Soltando un pequeño bostezo empezó su rutina diaria, se lavo los dientes, la cara, salio al río a bañarse y regreso a su casa como conejo fresco.

Al llegar se da cuenta que su abuelo no está, sabiendo como era él, empezó a hacer su desayuno, un rico plato de espagueti con su jugo de piña.

Al notar que su abuelo aún no regresaba, salio a buscarlo, y pues se preguntaran como lo iba a encontrar, pues.

-Kyaaaaaa!!!

Sip, mujeres gritando, pues el abuelo de Bell era conocido como el viejo pervertido del pueblo.

Al encontrarlo se le cayo una gota de sudor pues un grupo de mujeres con palos iba persiguiendo a su abuelo.

-¡No me arrepiento de nada!

El viejo al parecer no le tenia miedo a la muerte. Mientras seguía corriendo, unas manos lo arrastraron a un pequeño callejon. Pensando que lo capturaron y aceptando su destino volteo.

-Bell.

Dijo sorprendido y con esperanza, pues creyó haber escapado de las furiosas mujeres.

Antes de poder seguir hablando, Bell lo interrumpió.

-Conejo.

-Quiero que me compres un conejo, por favor.

El abuelo de Bell sorprendido, se iba a negar, pero.

-¡Señori...!

El abuelo de Bell le tapo la boca, asintiendo, iba atener que pasar por in vendedor de animales, prefería comprar un conejo a perder su vida.

-Regresemos a casa Bell.

Dijo con una sonrisa a su nieto, quien estaba feliz, pues iba a tener una mascota.

Tuvieron que escabullirse como ninjas pues las furiosas mujeres aún buscaban al viejo.

Al llegar a casa Bell sirvio el desayuno a su abuelo, quien al probarlo estrellas aparecieron en sus ojos, empezó a comer como loco.

En efecto, Bell era un gran cocinero.

-Come con calma Oji-chan.

-Pero es que esta delicioso, esta es una comida digna de dioses.

Bell orgulloso de si mismo fue a realizar sus deberes. Después de ordenar su cuarto y barrer la casa, se fue al bosque con permiso de su abuelo a recoger madera para la casa de su futuro conejo.

Iba tarareando una canción mientras recogía ramas y frutos rojos.

*chs* chs*

Se escucho un ruido. Bell temeroso se escondió detrás de un árbol.

Aparecieron dos hombres con espadas, aparentemente buscando a alguien.

-Donde se habrá ido esa mocosa, si la perdemos el jefe se molestara con nosotros.

-Sigue buscando, debe de estar por aquí cerca.

El primer hombre se da cuenta de la presencia de Bell, quien se asusto al verse descubierto.

-¿¡Mocoso, has visto a una niña con orejas y cola de zorro por aquí!?

Bell estaba temblando, hasta que.

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