¿Qué pasaría si Bell tendría un comienzo diferente desde su niñez? Conociendo y formando lazos con diferentes personas que lo apoyaran más adelante.
Danmachi no me pertenece, derechos a su autor.
Empezaba otro amanecer, Bell dormía tranquilamente, soñando quien sabe que, pero parecía ser un buen sueño.
-El dominio del mundo entero, comandante Choock, mi mano derecha, hoy conquistaremos esta ciudad. _decía entre murmullos.
Los rayos del sol no se hicieron esperar, entrando por la ventana directamente a los ojos del chico dormido, quien se despertó.
-Huaaa, sol algún día te destruire. _con un pequeño bostezo abrió los ojos.
Sintió en sus manos algo suave además de un peso extra en su cuerpo.
Con curiosidad apretó su mano, efectivamente lo que agarraba era mullido como un peluche, pero.
-Ahh. _dando un pequeño gemido.
Bell se quedo congelado, con su otra mano su frazada, para darse cuenta de que lo que realmente agarraba su mano y que era suave, era la cola de Haruhime.
Al parecer Haruhime se había colado nuevamente en su cama.
-¿Ehh? _avergonsado trata de escapar de la situación retrocediendo lentamente hasta que se cayo.
*pum* _ se escucho un golpe en en suelo.
-Huaa, buenos días Bell-kun. _se despertó a causa del ruido con un tierno bostezo, mientras se sobaba los ojos.
-Buenos días Haruhime-chan. _respondió nerviosamente, tenia miedo de que Haruhime se diera cuenta de que apretó su cola.
-Qué te pasa Bell-kun, ¿por qué estás rojo? ¿y porque tienes un chichón en la cabeza? _preguntó con curiosidad, era verdad que el albino tenia un chichón cómico en la cabeza.
-No es nada Haruhime-chan, no es nada. _lo dijo nerviosamente intentando cerrar el caso.
Y como si los dioses escucharan a Bell se escucho un.
-Niños bajen a comer. _su abuelo los llamaba para desayunar.
-Ya vamos Oji-chan. _respondió aliviado Bell, pues así ya no tocarían el tema.
Haruhime regresó a su cuarto a cambiarse.
Pronto los dos bajaron a comer.
Mientra el abuelo de Bell servia la comida, Bell rápidamente agarro unas zanahorias y se las dio a su conejo.
-Toma Choock, debes comer para que estés sano. _dijo ofreciéndole las zanahorias al dichoso conejo.
-Kyu kyu. _fue lo que pronuncio el conejo al aceptar las zanahorias de forma agradecida.
Tanto Haruhime y el abuelo de Bell vieron esto con intriga.
¿Un conejo alimentando a otro conejo?
No le dieron más vueltas al asunto y empezaron a desayunar.
Al terminar de desayunar Bell y Haruhime salieron afuera a construir lo que seria la futura casa del conejo Choock.
Con herramientas en mano y un buen clima, empezaron a construir.
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