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El señor Nie se acomodó en su asiento mirando la ceja levantada de Xiao Zhan al ver que no había dicho ni media palabra, quería hacer tiempo para ver si de casualidad el señor Yibo llegaba pero no parecía ser así, finalmente soltó aire por la nariz y ladeó la cabeza.

—¿Tiene conocimientos acerca de los negocios del señor Wang?.— preguntó Nie y Zhan negó

No iba a mentir, Yibo nunca le había dicho a que se dedicaba realmente o que hacía, simplemente sabía que era una persona respetada y odiada por muchos, que tenía bastante dinero y andaba de país en país, sin embargo no conocía a profundidad que era lo que hacía, y no iba a mentir.

—La verdad es que no, tenemos relativamente poco tiempo juntos, pero no es nada que usted mismo no pueda explicarme ¿verdad?. Lo escucho.

—El señor Wang tiene a su cargo una joyería bastante famosa en el centro de la ciudad, tenemos dos empleados a cargo de recibir y llevar mercancía— Zhan asintió entendiendo la situación—. Bueno pues resulta que uno de los empleados se favoreció de manejar mercancía para trasladar mercancía de otro tipo.

—¿Que clase de mercancía?. ¿Drogas?.

—Algo mucho peor que eso— Nie sacó de su maletín dos fotografías—. Había alrededor de 10 mujeres y 3 niñas en el camión que transporta la mercancía a otras provincias.

Xiao Zhan miró las fotos fijándose en que las mujeres estaban vestidas de blanco al igual que las niñas, estaban amordazadas y atadas de pies y manos, no soportó ver esas fotos por mucho tiempo así que las dejó de lado.

—¿Donde está ahora ese hombre?.

—Lo retuvimos desde luego, está encerrado en una bodega, quería que el señor Wang se encargara personalmente sobre que hacer con él...

—Mátenlo.— lo interrumpió y Nie alzó ambas cejas demostrado lo sorprendido que lo dejó esa respuesta

—¿Perdone? ¿Está seguro?.

—¿Es algo que el señor Wang haría?— contra preguntó Xiao y se levantó de la silla—. Creo que lo que hizo este hombre no es algo leve, y creo que está no es la primera vez que lo hace, ¿a cuantas mujeres y niñas no habrá vendido ya?. ¿Usted cree que dándole un castigo dejará de hacerlo?.

—B-bueno podríamos, romperle una pierna, un brazo, pero matarlo...

—Bien— Zhan asintió—. Hagan eso. Pero quiero las dos piernas rotas, después encárguense de dejarlo lejos del centro de la ciudad. Sería lo mismo como morir ¿o no?— Nie se mantuvo callado, Zhan asintió nuevamente señaló la puerta—. Puede irse señor Nie, cuando todo quede listo venga a informarme personalmente como le ha ido.

—Si señor Xiao— Nie se levantó de la silla guardando las fotografías de nuevo e hizo una reverencia—. Me retiro.

Zhan se quedó solo en el despacho y suspiró mientras se masajeaba las sienes, le había dado dolor de cabeza en tan solo pensar en lo que hubieran sufrido esas personas sino se hubieran dado cuenta de lo que sucedía, también pensó en si de verdad existía la gente así de inhumana. Salió del despacho mirando la hora en el gran reloj dándose cuenta de que ya eran pasadas de las cinco de la tarde, Mei ya no estaba así que supuso que había subido a su habitación.

Xiao decidió ir al establo y se acercó a Xua para acariciarla, ella le correspondió bien y una empleada se acercó lentamente.

—¿Le gustaría montarla? Puedo ponerle una silla.— dijo la muchacha sonriente y Xiao lo pensó un poco

—Xua es de Yibo, no creo que deba.

—No creo que el señor Wang se moleste, después de todo, es su pareja, ¿o no?— la muchacha le sonrió tiernamente—. Vuelvo en un momento, espere aquí.

i fancy you - 一站 YIZHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora