Danmachi: Anhelo Dorado

Conocerte

—Ali....Ali....¡Alicia!— 

Lado este de la mansion de la familia Loki, las habitaciones dobles de las miembros femeninos. La representante de los miembros de bajo nivel, Ana kitty de nivel 4, le toca molestar a sus compañera debido a que lleva ya unos días intentando hablar con la bella elfa que ya hace apoyada en el borde de la ventana mirando al cielo nocturno. 

—¿Qu-Que paso?—. Pregunto azarada volteando a ver a la bella chica gato. 

—Eso debería preguntarlo yo señorita. Te he estado llamando varias veces ya— La bella chica gato se cruzo de brazos —Estas actuando bastante extraño desde que volviste, ni siquiera saludaste a Riveria cuando paso a tu lado. 

Esto ultimo sorprendió a Alicia, pero tal parece que no le importo mucho y Aki pudo observar eso. 

—Oye ¿Enserio estas bien? 

—Bueno he estado pensando que....Dejare de seguir mis culturas y sere yo misma de ahora en adelante. 

—...—

—...—   Sin decir mas Alicia se volteo nuevamente hacia la ventana mirando esta vez hacia la ciudad. —...Me siento extraña Aki—

Aki solo le basto escuchar eso para adoptar una actitud mas seria, tomar la silla de su escritorio, tomar sus gafas y sentarse frente a la elfa. 

—¿Que sientes?—. 

—...Ni yo se que siento, pero me corazón se acelera al recordarlo—.

—Recordarlo? Es un chico?—. 

Alicia con un poco de vergüenza asintió, a Aki se le iluminaron los ojos y sin poder contenerse soltó un grito que demostraba sorpresa y extramente felicidad. 

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—¿Hmm?—

—Bell-sama ¿Pasa algo?—

—Siento que algo va a pasar pero no se, si será malo o bueno—.

En los enormes pasillos del piso 34, lugar conocido como el castillo blanco. Por sus inmensas y grandes paredes que abarcan desde el piso 33 hasta el piso 39, lugar que también es muy famoso por poseer al temible e insuperable [Coliseo] un lugar en el cual los Spaw de monstruos parecen ser infinitos.  Un lugar extremadamente difícil.

Pero por encima de este famoso lugar, en los pasillos mas alejados del [Coliseo] Un grupo de tres baja hacia la superficie. Una peli plateada de nombre Alfia.  Una chica joven de extrema belleza llamada Karin, y por ultimo. Un chico que parece ser un fenómeno una anomalía si se revela su extremada habilidad y nivel. 

Hijo de Meteria Alias [La muerte blanca] Sobrino de Alfia Alias [Silencio] Descendiente de un linaje extremadamente poderoso. El único Hombre que es envidiado por los demás. 

Bell Cranel, aspirante a ser la futura cabeza de la familia mas fuerte en la historia de Orario. 

—No se queden atrás.

Apuro Alfia desasiéndose de unos monstruos al frente de ellos. 

—Meteria llega hoy y querrá saber sobre tu progreso y yo quiero dormir un poco antes del  alboroto. 

Los dos chicos detrás de ella, sonrieron nerviosos y se apresuraron en alcanzarla, dentro de poco Todo Orario se pondría de cabeza al saber la noticia de un nuevo record y una Azaña increíble.

El camino hacia la superficie fue mas fácil que el de bajaba, Alfia se había dado cuenta de que ya era de día por los cristales del piso 18. Soltó un suspiro cansado al saber que no podría dormir mucho. 

Pero entre mas temprano mas podría aprovechas, por eso, le advirtió (Amenazo) de que si no llegaban a tiempo, su entrenamiento subiría mucho mas que antes. 

Palideciendo ambos, hicieron una maratón hacia el piso 1. 

—Aire fresco—. Bell aprecio con ojos cerrados el suave viento de la mañana.  A su lado Karin sonrió mientras  se estiraba. 

—¿Cree que halla pasado algo interesante Bell-sama?

—Hmmm no creo, no había tanto alboroto en la entrada de la mazmorra.

Los tres siguieron caminando a través de las multitudes mañaneras de la ciudad, en el camino también se encontraron miembros de la familia. Las cuales hacían las tareas para la próxima expedición de la familia Hera. 

En el camino se encontraron a Diana, la capitana de la familia y una de las mujeres mas fuertes de la ciudad. La cual le encargo a Bell ir a visitar al dios Miach para hacerle un encargo de pociones. 

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—Las calles están mas vacías de este lado— Susurro viendo la poca gente que transitaba por la calle. 

La luz de medio día pintaba de tonos cálidos las calles de ligeramente vacías de Orario cuando Bell caminaba, enfocado en su tarea asignada. La vibrante ciudad mazmorra vibro en un ritmo mas animado cuando el pequeño albino volteo en una calle. Y en ese momento algo capto su atención. 

Tal vez fue coincidencia o el destino en verdad quiere que estén juntos un rato mas.

A lo lejos en la multitud, los ojos de Bell captaron la elegante y hermosa figura de Alicia. Aquella orgullosa miembro de la Raza elfo, aquella chica que el había rescatado en la mazmorra.

Sintiendo una mezcla de sorpresa y alegría al verla de nuevo el dijo su nombre.

—Alicia—. Llamo Bell sin darse cuenta que en algún momento acelero el paso y llego a ella mas rápido. 

La pequeña hada estaba comprando unas frutas, pero al escuchar su nombre volteo hacia el lugar donde sonó. Sus ojos verdes se iluminaron con reconocimiento y una chispa de felicidad. —Bell— Sus labios se formaron en una gran sonrisa. —¿Como estas?—

Bell entonces se dio cuenta de su cercanía, dio un pequeño paso hacia atrás y dijo. —Trato de mejorar—. 

Fueron las palabras que resonaron en el espacio entre ambos, Alicia se tomo su tiempo para mirar detalladamente el cuerpo entero del chico frente a ella. Bell vestía una armadura ligera de color negro, con una bufanda del mismo en el cuello.

Alicia fue llevaba al mundo nuevamente cuando los brazos de Bell se movieron hacia atrás ocultándose en su espalda, la cabeza del albino se movió ligeramente a la derecha.

Alicia ladeo un poco la cabeza y junto sus dos manos frente a su cintura. Una sonrisa se formo en sus labios cuando alzo la mirada para ver al chico. 

—¿Vas a la mazmorra?—. 

Pregunto volviendo a ver la armadura. 

—Hmm?— Parpadeo dos veces el albino antes de responder con una sonrisa un poco nerviosa. —Jeje. No, no vengo de ella. Ahora mismo estoy yendo a hacer un encargo—

—¿Que tipo de encargo?—. Pregunto un poco curiosa. 

Bell sonrió y procedió a explicarle su misión en las calles bajas de Orario, Alicia se intereso al saber que había una familia cuya realización de posiciones era igual o superior a las que hacían en el hospital de Dian.  

Pero al llegar le hizo preguntarse. ¿A que familia pertenece el chico?

Pues solo al momento de entrar en la pequeña tienda, sin necesidad de decir nada. Una chica de cabello café y orejas de perro.

Atendió de forma rápida al albino y lo despacho en tiempo récord.

Pero segundos después, antes de que todo terminará. La campana de la tienda sonó.

Los tres seres en el interior voltearon hacia la entrada. Una mujer de largo cabello blanco y ojos azules, vestida en un hermoso y fino vestido blanco.

De su cintura colgaba una larga espada oriental.

–Mamá!–.