𝗙𝗮𝗹𝗼𝗳𝗶𝗹𝗶𝗮 ୨୧ 𝖩𝖾𝗈𝗇𝗀𝖢𝗁𝖾𝗈𝗅

𝙈𝙮 𝙣𝙚𝙬 𝙛𝙧𝙞𝙚𝙣𝙙... 𝘾𝙝𝙤𝙞 𝙎𝙚𝙪𝙣𝙜𝘾𝙝𝙚𝙤𝙡

―¡Realmente tienes que...!, ¡Tienes que estarme jodiendo, JeongHan! ― Joshua gritó, golpeando el suelo con su puño. Se había caído de la cama de JeongHan ―en la cual se encontraban originalmente hablando después de que el mayor llamase a su mejor amigo en busca de desahogar todo lo que tenía en su interior desde aquel infortunado suceso― debido a la exagerada risa maníaca que no había cesado desde que JeongHan empezó a relatarle su primera charla con Choi SeungCheol.

―¡Demonios, Joshua, deja de reírte! ― exclamó el mayor, lanzándole una almohada en el rostro a su mejor amigo, frustrado, avergonzado y muy rojo―. Me haces sentir mucho peor.

El menor inhaló un par de veces antes de encontrar su voz.

―No creo que eso sea humanamente posible, Hannie― confesó su mejor amigo, apoyando sus codos en el colchón de la cama, aún sentado en el piso―. Es decir, lo primero que sale de tu boca la primera vez que hablas con una criatura inocente como Choi SeungCheol es: "¿Me dejas chupartela?"― las mejillas de Yoon estaban ahora de un intenso color carmesí―. Sólo porque te quedaste sorprendido por el enorme tamaño de su mini-SeungCheol, no tan mini, según lo que me estás contando... no te da derecho a ser un indecente. Debiste invitarle un café primero.

―¡Joshua, ya basta! ― gritó JeongHan tirándose de espaldas en su cama, cubriendo su rostro con una almohada, ahogando un grito de frustración en ella. Tenía ganas de llorar debido a lo avergonzado que se encontraba con Choi SeungCheol. 

Demonios, después de haber soltado tal cosa, no se dio cuenta de la estupidez que había dicho hasta que el rostro del chico se volvió tan rojo como una manzana madura. El labio inferior le tembló, no pudo decir una palabra y JeongHan, enseguida, se dio cuenta de lo profundo que había metido la pata.

"L-lo siento... creo que debo irme".

Fue lo único que pudo articular el pelinegro, quien se olvidó de inmediato de su ducha y salió corriendo con la ropa a medio poner, dejando a JeongHan con una disculpa en la boca y la vergüenza más enorme que había experimentado en su vida.

―Debo disculparme con él― balbuceó Yoon, aún con el rostro enterrado en la almohada.

―¿Hm? ― inquirió su mejor amigo, subiéndose a la cama y quitándole la almohada del rostro―. ¿Qué has dicho?

―Que debo disculparme con él. No podré vivir en paz conmigo mismo si él sigue teniendo esa errónea impresión de mí, Joshua― dramatiza el mayor, sentándose sobre sus pantorrillas y meneando a su amigo de los hombros―. ¡Lo traumatizé!

―Sí, eso me ha quedado bastante claro― ironizó su mejor amigo, rodando los ojos―. Pero créeme cuando te digo que Choi va a estar ignorándote hasta en los almuerzos. Debe estar tanto, o más, avergonzado de que tú.

―Por eso tú me ayudarás a atraparlo― canturreó JeongHan, sonriendo exageradamente.

―Si lo vamos a "atrapar", se va a asustar mucho más― analizó Hong, llevándose los dedos a la barbilla, con una expresión pensativa.