naruto x harem paz gracias al matrimonio

Parte sin título 24

Naruto saltaba arriba y abajo mientras se miraba en el espejo del baño. Las llamas de color amarillo anaranjado que lamían su cuerpo parpadearon con él. Al tocar su pecho, se sentía sólido, pero también era tan liviano que era casi imposible agarrarlo. Usando ese chakra, era tan fuerte, tan rápido, mucho mejor de lo que jamás se había sentido en su vida. Pensándolo bien, así es como siempre se sentía al usar el poder de Kurama. Era sólo que no tenía que preocuparse por la emoción negativa que lo acompañaba.

"¿Qué estás haciendo?" Preguntó Yugito, bastante desconcertado por la vista frente a ella. Sus mechones platino estaban revueltos y desordenados y ya había un bostezo creciendo en sus labios. Todo a su alrededor era un resplandor posterior al hecho. Ella también vestía su traje de cumpleaños.

"Esto no es normal, ¿verdad?" Preguntó Naruto, incapaz de evitar sonreír. "Las capas de chakra tuyas y de Fu se parecen a las de tus bestias con cola, mientras que las mías se ven... raras".

Yugito entró al baño y le rodeó el cuello con los brazos, poniéndose de puntillas para poder apoyar la barbilla en su cabeza. "Supongo que sí. Pero te queda bien".

"¿Me estás llamando raro?"

"Tienes cinco esposas".

"Hay una diferencia entre ser raro y estar en una situación rara".

Ella deslizó la cabeza hacia abajo hasta que su barbilla estuvo sobre su hombro y su boca a menos de una pulgada de su oreja. "¿Situaciones extrañas? ¿Como que hay una hermosa mujer desnuda abrazándote por detrás y no la estás destrozando en este momento? No, eres totalmente normal".

Él se giró de repente, abrazándola contra su cuerpo y chocando sus labios con los de ella. Eran tan suaves, cálidos, húmedos y llenos de amor y deseo. El solo hecho de besarla ya era genial. Rompió su contacto para poder mirarla a los ojos. "Alguien se está volviendo un poco arrogante, ¿no?"

Ella rozó sus mejillas con las yemas de los dedos. "Aprendo de los mejores."

Le dio una palmada en el trasero lo suficientemente fuerte como para que el sonido resonara fuera de la habitación. "Y no te atrevas a olvidarlo", respondió con voz ronca.

Yugito lo miró juguetonamente, separándose y caminando de regreso al dormitorio al que estaba conectado el baño. Era la única área en todo el complejo que tenía muebles algo completos y la estaban aprovechando bien en su camino de regreso a la niebla oculta. "Por mucho que disfruto nuestro tiempo juntos", dijo la palabra "juntos" con un tono licencioso. "Trata de no molestar a los demás, ¿quieres?"

Naruto la siguió de regreso a la habitación, donde ella estaba sacando su ropa del suelo donde había estado esparcida y apoyada en el marco. "¿Cómo estoy molestando a los demás?"

"No hace falta ser un genio para entender el sonido de una bofetada en el trasero, especialmente con la fuerza que le pones". Ella se levantó para mirarlo seriamente. "Por mucho que me puse una fachada férrea durante años y años, todavía me daba un vuelco el corazón por la soledad cada vez que veía parejas siendo demasiado llamativas frente a mí. En igualdad de condiciones, no quiero hacer lo mismo. a otros."

Una de sus cejas se arqueó. "Dice la mujer que estaba gritando a todo pulmón anoche. Tampoco hace falta ser un genio para descifrar ese sonido".

"No estaba gritando", dijo con desdén mientras deslizaba sus pantalones sobre su bien formado trasero, que Naruto no pudo evitar mirar con nostalgia. Después de todo, estaba muy bien formado.

"En cierto modo lo eras", intervino Fu, amortiguada por la almohada que descansaba sobre su cabeza. "Al menos durante la primera parte... y también la parte intermedia... ahora que lo pienso, la última parte también fue bastante ruidosa".