Los Latidos De Mi Corazón - Poemario

Cartas

Me gustan las cartas.
Me gusta bastante poder escribirlas.

Creo que es una forma bastante linda de poder sacar todo lo que está en tu mente, corazón y alma.

Escribes todo lo que sientes y no puedes sacar tan fácil en palabras habladas.

Es lindo poder escribirle alguna carta a una persona que ha sido parte de tu historia.

Realmente te das cuenta de como es que influyeron parte de tu vida.

En lo personal, suelo escribir cartas al finalizar cada año.

Me gusta agradecer a cada persona que lograron darme momentos especiales y fundamentales que son ahora parte de un desarrollo personal y esencial de mi persona.

Considero que cada persona que tiene la dicha de tener algo así mío, es porque realmente hicieron algo en mí para merecerla.

Mis regalos después de dar las cartas son los comentarios después de que las personas la hayan leído.
Suelen llorar y suelen reconfortarme con alguna dulce palabra.

Se siente bastante bien. Me siento bastante bien. Ahí me doy cuenta de que todo ha valido realmente la pena. Cada palabra, cada segundo, cada tinta que hay ahí, vale la pena después de ver unas cuantas lágrimas y emoción por sus rostros.

Esto no es un poema o un escrito típico mío.
Esto es un pensamiento que me ha llegado exactamente en estos momentos y también es una invitación.

¿Alguna vez has escrito una carta? ¿A quién?

Si nunca has escrito alguna. Te invito a realizarla.

Es bastante sencillo, piensa en la persona a quién le quieres escribir/dedicar algo (si, incluso puede ser para ti mismo)

En la hoja pondrás nombre y fecha si gustas.
Y comienzas a escribir lo primero que llegue a tu mente, lo que tengas en tu corazón y quieras compartir y expresar.

Finaliza de la manera que gustes, yo normalmente dejo algún posdata o mi clásica frase: "y termino con un..." alguna cosa como un te quiero o comentario irónico.

Al final, puedes guardar la carta, quemarla o darla. Es tu decisión.

Las cartas son un lenguaje de amor, que tal vez no a todos se les da, pero es lindo que lo lleguen a intentar.

Al final solo eres tú con muchos sentimientos y pensamientos, con una pluma en una mano y una hoja en otra.