Capítulo 3: Cazando problemas

208 14 2
                                    

May: Muy bien, nuestro siguiente objetivo es Ciudad Lilycove.

May iba caminando por un sendero, en el que ya había pasado antes por experiencias pasadas, guiando a Lisia con el mapa en la mano. La misión era simple, ganar un listón de concurso, ya sea el cuarto de May, o el quinto de Lisia.

Lisia: May, no sé como puedes leer esa cosa, es más fácil con el GPS.

May: Bueno, es una costumbre. Además, no es tan confiable en tus manos, tomando en cuenta lo que pasó la última vez que tú guiaste.

Lisia: ¿Yo qué iba a saber que nos mandaría por el sur cuando era hacia el norte?

May: Exacto, no sé como has podido sobrevivir sin saber cosas tan básicas.

Lisia: Lo siento, su alteza de la supervivencia -le hace una reverencia.

May:  Solo porque me parece un poco gracioso no voy a contestar.

Lisia: Dime una cosa, ¿todo eso te lo enseñó Ash o fue Brock?

May: Podría decirse que ambos, uno me enseñó a soportar las largas caminatas sin una cómoda bicicleta. El otro, me enseñó todo lo que hay que alistar para antes, durante y después del viaje.

Lisia: Cierto, que destrozaron tu bici.

May: Ya te lo expliqué, no fue su culpa.

Lisia: Pero fueron los responsables de una forma u otra.

May: Sí, pero no me importó.

Lisia: Otra cosa que me da de que pensar, que tú le hayas pedido viajar juntos.

May: Bueno, fue una compensación por lo de mi bicicleta.

Lisia: Pero me dijiste que el trato era solo hasta el siguiente Centro Pokémon, ¿por qué seguiste con él?

May: ¿Quieres dejar de hacer preguntas y centrarte en llegar rápido al Centro Pokémon?

Lisia: Parece que no me conoces, soy una persona muy curiosa.

May: Más bien entrometida.

De pronto, una gran explosión se oyó a lo lejos, y una gran capa de humo se alzó al cielo.

May: ¿Qué fue eso?

Lisia: No lo sé, pero creo que deberíamos llamar a alguien.

De su bolso saca un teléfono, estaba a punto de llamar cuando se dio cuenta de que May ya no estaba a su lado.

Lisia: May, ¿qué haces?, ¿a dónde vas?

La castaña, sin decir nada, salió corriendo directamente al lugar del cual provenía todo ese escándalo.

May: Alguien puede estar en problemas.

Lisia: Puede ser peligroso.

La chica no escuchó lo que dijo Lisia, simplemente continuó su carrera, dejando a la de cabello turquesa con dos alternativas, llamar por ayuda, o acompañarla.

Lisia: ¡Zapdos! -persigue rápidamente a May- ¡te mataré cuando te alcance!

El lugar al que querían llegar ambas estaba a unos cien o doscientos metros. Unos cuantos segundos, después de correr muy rápido, llega a la escena, y lo que ve la sorprende.

???: Apresúrense, debemos llevar a todos estos pokémon.

May: Oigan ustedes, ¿qué creen que hacen?  

???2: Vaya vaya, pero miren que preciosura vino a hacernos compañía.

???: Oye muñeca, estamos trabajando así que no molestes.

Nos volvemos a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora